Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

miércoles, 5 de junio de 2019

Mensaje de San José a Edson Glauber

 

¡Paz a tu corazón!

Hijo mío, entra en mi Corazón para que encuentres paz y descanso, fuerza y valor. Dios sólo concede su Sabiduría a los humildes. De gran valor a sus santos ojos son aquellos que saben reconocer su nada ante su Divina Majestad y que le son obedientes. Dios ha puesto en ti su mirada divina y te ha elegido para que hables de mis glorias, de mi amor y de mi Corazón, que desea tanto bien para la humanidad y arde en el santo deseo de su salvación.

Conozco tus debilidades y conozco tus dolores, pero ofrécete enteramente en las manos del Padre Eterno sin reservas, confiando en su acción divina en tu vida y en la misión que te ha confiado.

Dios no abandona a los suyos, aunque muchas veces parezca que su presencia divina se ha retirado de en medio de ti y de los tuyos. Él está más cerca que nunca y está atento a cada súplica y grito de vuestros corazones.

Confía, hija mía, confía, aunque a veces no comprendas los designios divinos, aunque ahora no veas los resultados, por todo lo que soportas por amor a su Obra Divina, pero el Señor ve, conoce y actúa en silencio y en el momento oportuno se hará oír cada vez más.

Te doy un poco de mi gracia y de mi fuerza, para que cuides de los tuyos, como has hecho hasta ahora. De hecho, también cuidé de mis padres cuando vivían en este mundo, aliviando sus penas y sufrimientos, cuando ya no eran fuertes ni capaces, a causa de su salud debilitada y su vejez. Así que tú también, cuida de los tuyos y dalo todo, para aliviarles en sus penas y sufrimientos, para consolarles, para dar paz y alegría a sus almas y corazones, y el Señor te elevará cada vez más y bendecirá todas tus empresas, proyectos y buenas obras, además de darte larga vida y todas las gracias que también suplirán tus necesidades de cuerpo y alma.

Entra en mi Corazón, hijo mío, para que te eleves cada vez más en la gracia de Dios y para que todo tu ser aspire sólo a querer ser todo de Dios, a hacer su Divina Voluntad en este mundo, para que tu corazón se una en un solo amor con su Divino Corazón, para que estés en él y con él.

Dios te ama: que estas palabras eleven tu alma cada vez más hacia las cosas de arriba, hacia el cielo, inflamándote con el cielo, inflamándote con el deseo de dejarte consumir por el amor divino.

Mi Corazón también te ama y vela por ti, ayudándote a cumplir los mandatos del Señor en este mundo, siendo tu refugio, tu protección y tu consuelo.

Te coloco dentro de mi Corazón y te llevo conmigo al cielo, para restablecer tus fuerzas y concederte nuevas gracias y dones, por mandato del Señor. Te bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En ese momento, mientras escuchaba a San José decirme que me colocaba dentro de su Corazón y me llevaba al cielo con él, de las llagas de su Corazón Castísimo salieron rayos de luz que cayeron sobre mí, envolviéndome. Empecé a sentir un gran sueño e inmediatamente me tumbé en la hamaca. También oí su voz que me decía

¡Cuando despiertes todo habrá terminado y estarás vigorizada!

Estaba enferma, sin fuerzas, pasando mal estos dos últimos días, cuando me desperté por la mañana temprano, no me quedaba nada y me sentí más fuerte y sana que nunca. Di gracias a Dios por una gracia tan grande concedida, por cuidar de mí, miserable criatura, y por enviar a San José para consolar mi alma.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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