Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

sábado, 23 de mayo de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡Paz a tu corazón!

Hijo mío, reza y tú, haz que muchos recen, porque los tiempos son malos y se necesitan muchas oraciones para detener el mal que avanza dentro de la Iglesia de mi Divino Hijo y en el mundo. Grandes calamidades caerán sobre la pobre humanidad, a causa de los pecados de los Ministros de Dios y de sus vidas corrompidas que han llevado a muchos fieles al error y al pecado. Sobre las cabezas de muchos de ellos pende la gran sentencia de la justicia divina. Los escándalos y la falta de respeto a lo sagrado han llegado a tal punto que los ángeles y los santos del cielo miran aterrorizados a la Iglesia de mi Hijo Jesús y a las celebraciones eucarísticas, al ver lo sacrílegas que se han vuelto, con tantos ultrajes, falta de amor y respeto al Sagrado Cuerpo de mi Divino Hijo, en la Eucaristía.

Reina la confusión dentro de la casa de Dios y los pecados y ultrajes han aumentado hasta proporciones terribles. Son culpables los que han permitido tales atrocidades y falta de respeto dentro de la casa de Dios, y más aún los que están muy por encima de ellos en el episcopado y gobierno de la Santa Iglesia. Toda ofensa y ultraje cometidos contra mi Divino Hijo y contra la fe, escandalizando a los fieles, será gravemente cargada por el Padre Eterno, sobre cada uno de ellos. Las ovejas están sufriendo, porque ya no tienen pastores santos iluminados, valientes y llenos de fe que las conduzcan a pastos seguros. Las ovejas tienen hambre y sed de luz, de gracia y de verdades eternas, pero sólo encuentran desolación y tristeza.

Reza, hijo mío, reza por la Santa Iglesia y pide a todos que doblen las rodillas hasta el suelo, suplicando a Dios fuerza, luz y gracia para los pastores que han flaqueado en la fe y ya no saben ser verdaderos pastores.

Rezo, pidiendo ante la Santísima Trinidad, la misericordia y la gracia divina para todos ellos y para todos mis hijos que confían en mi intercesión maternal.

Santa Madre, ¿y cuándo llegarán los momentos de alegría y de triunfo?

Hijo mío, ahora es el tiempo de la purificación, de las persecuciones y de los dolores. Sólo después de que la Iglesia haya pasado por su calvario más doloroso, experimentará el triunfo de mi Corazón Inmaculado, preparado por el Señor para todos los que han sido fieles hasta el final.

Con la oración y la confianza en Dios, cada uno de mis hijos vivirá y sentirá ya la proximidad de este triunfo mío en su corazón, porque el amor de mi Divino Hijo y mi amor de Madre les consolarán siempre y darán fuerza a sus almas atribuladas, que esperan los nuevos tiempos preparados por el Señor.

Recibid mi amor y mi paz. Os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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