lunes, 11 de agosto de 1997

Mensaje de Nuestra Señora

Mis hijos elegidos, ahora les pido que oren, oren, oren, para que el viernes mis hijos acojan con gran alegría todo lo que dicen.

Quiero que ayunen, hagan penitencia, y a través de estas oraciones arrancaré todo el odio, el resentimiento, la tristeza y todo el mal de sus corazones, y los dejaré a todos llenos de paz.

Enviaré todas las señales posibles para convertir los corazones! No los cubrí con Mi Manto cuando estaban preocupados?

Sus oraciones salvarán a muchas personas. Ahora la batalla se librará entre el bien y el mal. ¡Solo sus oraciones convertirán y salvarán a las personas que están en peligro de condenación!

Mi TRIUNFADOR se acerca cada vez más! Oren el Rosario todos los días por la conversión de las familias. ¡Solo la unión, la confesión, la Eucaristía y el ayuno pueden acelerar Mi TRIUNFO!

La evangelización es un gran arma contra el mal y ayuda a muchas personas a convertirse. Que sus corazones se hagan uno. ¡No tengan miedo de hablar a la gente sobre el Evangelio! El Espíritu Santo los ungirá, y Yo siempre estaré ahí para ustedes, y los cubriré con Mi manto para protegerlos de todo mal.

¡Oren con sus corazones por su propia conversión! ¡No dejen que el odio, la ira y la desunión reinen entre ustedes! ¡Que sus corazones sean puros! Hay muchos aquí que todavía están en pecado. Ustedes ven TV, escuchan música profana.

¡Oren! ¡Oren! ¡Oren! ¡No olviden orar!

¡Los amo!! ¡Los amo!! ¡Los amo mucho, pequeños!!!

¡No dejen que los celos entren en sus corazones! Él es la gran causa de su desunión. No traten de entender Mis Misterios, porque son inexpugnables.

Permanezcan en la Paz del Señor".