domingo, 26 de enero de 2020

Sin sacrificarte por Dios y por mí, nadie puede decir que me ama

Queridos hijos, ¡seguid rezando el Rosario todos los días! Difundid mis Mensajes de Banneux y Beauraing a todos mis hijos, para que me conozcan cada vez más, me amen y me sigan por el camino del verdadero amor, que es el camino del sacrificio y de la entrega a Dios.

Sin sacrificarse por Dios y por mí, nadie puede decir que me ama. Por eso, hijos míos, si me amáis, renunciad a todo por mí y por mi hijo y seguidme por el camino de la oración, del sacrificio y del amor.

Bendigo a todos y especialmente a ti, mi pequeño hijo Marcos. Sí, gracias por la película que hiciste de mi aparición en Liche.

Me quitaste tantas espadas de dolor de mi corazón, hijo mío, que llevaban tantos años clavadas porque mi Mensaje dado en Liche no es conocido y no es obedecido por mis hijos. Por eso, los malvados siguen trabajando intensamente en el mundo sin que nadie detenga sus malvados planes con la oración, el sacrificio y el trabajo de salvación de las almas.

Que mi Mensaje de Liche sea mejor conocido por todos mis hijos y que obedezcan con amor mis Mensajes dados en Liche. Sí, gracias a esa película que has obtenido, has reunido muchos méritos ante el Señor y estos méritos te dan hoy 18 gracias especiales y para tu padre Carlos Tadeo daré 108.228 gracias especiales, que recibirá a lo largo de 2 años y medio.

Sí, alégrate, hijo mío Carlos Tadeo, porque te di el hijo más obediente conmigo, el más trabajador, el más dedicado de todos.

Para que así pudieras recibir lo mejor y a través de él recibieras bendiciones cada vez mayores y más numerosas del Señor y de mi Corazón.

Alégrate porque te he reservado lo mejor y éste es el signo de mi gran amor por ti.

¡Te bendigo a ti también y a todos mis amados hijos!

Te bendigo también a ti, mi hijito Marcos, y te doy las gracias hoy por esta hermosa película de mi hija Gemma que has hecho.

¡Oh, sí! Qué desconocida es esta hija mía en el mundo y especialmente en Brasil; por eso la juventud sigue los malos ejemplos que les presentan los medios de comunicación. Y los que más deberían presentar a los santos y a mi hija Gema, sobre todo, a los niños y a los jóvenes, para que imiten sus ejemplos, son los que callan y sólo presentan al mundo figuras falsas, falsas a las que deberían seguir.

Por eso es necesario dar a conocer al mundo la vida de mi hija Gemma para que, sobre todo, los jóvenes la imiten y la sigan por el camino de la oración, del sacrificio y del verdadero amor a Jesús: que es el camino del amor, del amor a la cruz.

Gracias a esta película habéis obtenido muchos nuevos méritos ante Dios. A causa de esta película, en aquel tiempo muchos castigos fueron retirados del mundo, muchas gracias de Dios fueron derramadas sobre la humanidad, especialmente sobre Italia y Brasil.

También por esta razón habéis reunido muchos méritos ante el Señor y estos méritos os dan hoy muchas gracias. Por eso te daré hoy 28 gracias especiales y por tu padre Carlos Tadeu daré 158.202 gracias.

Así pues, hijo mío, te doy las copiosas gracias de mi Corazón que han estado aquí represadas durante tantos siglos, porque no ha habido nadie dedicado, entregado y verdaderamente servidor de Dios, que sea digno de estas grandes gracias.

Os doy estas grandes gracias y os digo: Continúa, continúa sirviéndome, continúa haciendo todas estas obras de amor por mí y por mi Hijo y aún conseguirás más para ti y también para los que amas, especialmente para tu padre Carlos Tadeo.

Puedes elegir hoy a tres personas a las que puedas ofrecer algunas de estas gracias que hoy te doy.

Os bendigo con amor y a todos mis hijos les digo: Los amo, nunca los dejo solos, siempre estoy cerca y junto a ustedes.

Os bendigo a todos: de Fátima, de Pontmain, de Liche y de Jacareí».

(Marcos): «Sí, lo haré. Sí, lo haré».

(María Santísima después de tocar los objetos santos): "Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios e imágenes estaré viva llevando conmigo las grandes gracias del Señor.

Os bendigo de nuevo a todos para que seáis felices y os dejo mi paz».