Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 28 de febrero de 2021
Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz y de San Gabriel de la Virgen Dolorosa comunicado al vidente Marcos Tadeu Teixeira
El tiempo de gracia y misericordia ha terminado, sólo quedan veinte minutos del día de Dios

(Marcos): «Sí, lo haré.
Sí, mi Reina!»
«Queridos hijos, hoy os invito de nuevo a la conversión. Éste es el tiempo propicio para la conversión. El tiempo de gracia y misericordia está terminando, sólo quedan veinte minutos del día de Dios, para que mi hijo vuelva y renueve toda la tierra.
Deja las cosas terrenales, que pronto dejarán de existir, y piensa en las celestiales, que permanecerán para siempre.
Sólo habrá esperanza para la humanidad si se convierte, si vuelve a Dios mediante la oración, el sacrificio, la penitencia y el amor.
Cuando tengas amor, tendrás al Dios vivo viviendo en ti.
Cuando permanezcas en el amor, permanecerás en Dios, y Dios permanecerá en ti.
La santidad es la altura del amor, cuando lleves tu amor a Dios al grado más alto, habrás alcanzado la santidad.
Por eso he venido aquí, y ésta es la santidad a la que os he llamado a todos desde mi primera Aparición: la culminación del amor.
Aquí quiero que las almas alcancen el apogeo del amor a Dios. Para alcanzarlo, rezad, rezad, rezad sin descanso, porque sólo la oración puede abrasar vuestros corazones de amor a Dios y puede ayudaros a alcanzar la cumbre del amor.
Mi pequeño hijo Marcos, ¡adelante! ¡No te desanimes! La lucha es dura, y como he dicho a tantos de mis videntes, parece no tener fin. Tú mismo tienes esta impresión. Sí, tu lucha es larga, dura, lenta, dura desde hace 30 años, pero te digo, hijo mío, ¡te daré la victoria!
Igual que el Señor dio la victoria a Moisés conduciendo al pueblo a través del desierto, también te dará la victoria a ti y te conducirá al Cielo nuevo, a la Tierra nueva, a la Tierra prometida, renovada y restaurada por el Triunfo de mi Corazón Inmaculado.
Sí, ¡adelante! ¡No tengáis miedo! Tu lucha es larga, pero será recompensada con la victoria, ten paciencia, reza, cree en mi amor como siempre te dije al principio. Y no te desanimes, no te desanimes por nada ni por nadie.
Sigue adelante, hijo mío, fija tu mirada sólo en mí, piensa sólo en mí y en nada más, y no te desanimarás, nunca te cansarás.
Sé que tu amor por mí es más grande que todo, que cualquier cosa que exista, y que preferirías morir antes que dejar de amarme.
Por eso te digo, hijo: continúa en este amor y no dejes que nada, ni siquiera mi enemigo, te canse a través de las personas que pone en tu camino para desanimarte con su ingratitud, con su traición, con sus pecados.
Sigue adelante, ¡nunca te dejes desanimar! Yo estaré contigo. Cuanto más larga y dura sea tu lucha, mayor será tu corona de victoria y de gloria.
Yo, tu Madre, que soy tu amor y ayuda perpetuos, nunca te abandonaré, nunca te olvidaré. ¿No lo ves? Poco a poco voy cumpliendo todos los deseos de tu corazón. ¿No he traído aquí a tu padre por segunda vez este mismo mes?
Reza, espera y cree en mi amor y verás por fin realizados todos tus sueños.
¡Adelante! Tú que ahora has compartido con él el 5º Secreto que te di, ¡ruega! Reza con él por lo que hay en el Secreto, para que se haga realidad. Y entonces mi gloria brillará desde aquí hacia el mundo entero y todos mis hijos caerán de rodillas ante mí y me entregarán sus corazones, vencidos por la fuerza de mi poder, mi gracia y mi amor que se manifestará en lo que os he revelado en el 5º Secreto.
¡Adelante! Avanza, hijo mío, para que se cumpla todo lo que he determinado.
Vive cada día tu sacrificio cotidiano y no te preocupes por el sacrificio supremo, porque cuando llegue la hora estaré contigo. Y como te dije: en esa hora tendré en mis manos un gran poder procedente de tu vida. Y entonces, con este poder unido a los méritos de mis dolores y lágrimas, aplastaré definitivamente a Satanás para siempre.
Y a ti, mi querido hijito Carlos Tadeo, te doy las gracias por haber venido y por consolarme. Me has quitado 289.702 espinas que estaban clavadas en mi corazón, por pecados que la humanidad se clava todo el tiempo, y no hay casi nadie que haga un acto de reparación para quitar esas espinas.
Gracias, has consolado y aliviado mucho mi corazón.
Ahora te bendigo y te digo: guarda en tu corazón, guarda más que la vida misma el Secreto que el hijo que te di compartió contigo.
De muchas más cosas aún serás digna de saber a través de él sobre mis misterios y los misterios del Señor.
Te doy todo esto para demostrarte lo mucho que no sólo yo, sino también mi hijito Marcos, te amamos y apreciamos, y lo preciosa que eres para nosotros.
¡No te desanimes nunca! Yo estoy siempre contigo para ayudarte y acompañarte con mis gracias.
Durante el próximo mes, medita mucho con mis hijos sobre el Tercer Volumen de mi vida «Ciudad Mística de Dios», especialmente la parte en la que ayudé a mi hijo Jesús en su ayuno en el desierto para vencer las tentaciones.
Allí, mis hijitos comprenderán lo que deben hacer para vencer las tentaciones que el enemigo les ofrece hoy. Y así saldrán victoriosos de las muchas trampas que les tiende el enemigo.
Medita con ellos, enséñales y háblales de mi hijo Gabriel de mis Dolores, para que imiten a este hijo, especialmente los pequeños, y me den su «sí», para que se conviertan en mis poderosos instrumentos para la salvación de las almas, como lo fue mi hijo Gabriel.
Os amo y os digo ¡Mamá está siempre contigo!
El próximo miércoles os colmaré a las 8 de la tarde con una lluvia de bendiciones especiales. Y ahora os doy 93 bendiciones especiales, fruto del sacrificio de mi hijo Marcos esta semana, que ofreció por vosotros sus dolores de cabeza, y también todas las molestias que tuvo cuando se desmayó.
Y sobre ti también derramo ahora 200.122 gracias, fruto de los méritos de la película de la vida de mi hijo Gabriel de mis Dolores que hizo el hijo que te di y que ofreció por ti hoy.
Recibe, hijo mío, todas mis gracias y alégrate, porque a ti te he dado lo mejor de lo mejor, para que así, tu alegría sea completa en mí.
Te bendigo a ti y a todos mis hijos que están aquí, especialmente a mis hijitos elegidos, a mis postulantes y esclavos del amor: de Lourdes, de Pontmain y de Jacareí.»
Mensaje de San Gabriel de la Virgen Dolorosa
«Amados hermanos míos, yo, Gabriel, me alegro de estar hoy aquí con vosotros una vez más.
Decid sí al Amor Eterno que, igual que me ha elegido a mí, también os ha elegido a vosotros, los de esta generación, para que os salvéis y, un día, entréis en el Nuevo Cielo y en la Nueva Tierra.
Di sí al Amor Eterno que igual que me eligió a mí, también os eligió y os llamó a la santidad.
Decid sí al Amor Eterno, que al igual que Yo, os eligió a través de Nuestra Santísima Reina, para que fuerais sus amados y queridos hijos en los que Ella obra sus mayores prodigios de gracia y amor para la salvación de esta humanidad perdida e impía.
La humanidad ha terminado de apartarse del Señor y de endurecer completamente su corazón a la voz del Altísimo. Ya nada toca ni conmueve el corazón de los hombres. Sólo una gran fuerza de oración, sacrificio y amor ágape podrá obtener de la gracia divina el milagro que reconduzca a toda la humanidad al camino de la paz y de la salvación.
Por eso, hoy invito a todos a dar de nuevo su sí a la Madre de Dios para que junto a Ella luchemos por la salvación de esta humanidad. Yo ofrezco los méritos de mis buenas obras en el Cielo por vosotros, y vosotros trabajando, rezando y sacrificándoos en la tierra por ella, para que juntos podamos entonces lograr el milagro de la gracia que atraerá de nuevo los corazones de todos los hombres hacia Dios.
Os quiero a todos y quiero que cada mes, el día 27, hagáis un cenáculo en mi honor mostrando a todos mi vida a través de la película que hizo nuestro querido Marcos.
Todos necesitan conocer mi vida, especialmente los jóvenes, para que conmigo aprendan a amar a la Virgen como yo he amado y le entreguen sus corazones como yo los he entregado.
Te amo Marcos, te protejo, te guardo, soy tu protectora, y también la tuya, mi muy amado Carlos Tadeu.
Una noche tuve una hemoptisis muy violenta en la que se expulsó mucha sangre de mi pulmón. El dolor recorrió todo mi cuerpo como una descarga eléctrica de dolor que casi me hizo exhalar el último aliento.
Me asfixiaba y no podía respirar. Ofrecí por vosotros todo ese dolor, todo mi sufrimiento, para que hoy la Virgen derramara sobre vosotros todas las gracias de su Corazón y os colmara de las bendiciones del Cielo.
Te he amado tanto, te amo tanto y siempre te amaré tanto. Estoy en el Cielo todos los días rezando por ti, especialmente a las 7 de la tarde. Me postro ante la Santísima Trinidad y rezo por ti todas las gracias y bendiciones del Cielo. En esta hora yo también bajaré del Cielo y derramaré sobre vosotros todas las copiosas bendiciones que obtendré con mis méritos y mi amor.
Amado hermano, hermano Geraldo, soy tu protector muy especial. Medita siempre en mi vida, ora siempre a mí, y yo te ayudaré a amar a nuestra Bendita Reina como yo la he amado. Y a ti te repito lo que ella me dijo:
El mundo no es para ti, tú no eres para el mundo. Permaneced siempre más consagrados a Ella en la vida religiosa, y entonces tendréis el Paraíso ya en la tierra. Te prometo el Paraíso.
Amado hermano Edgar, yo también soy tu protector. A ti también te repito lo que me dijo nuestra Bendita Reina: El mundo no es para vosotros, vosotros no sois para el mundo. Permanece en la vida religiosa consagrada. Te prometo el Cielo, el Paraíso. Os amo y siempre rezaré por vosotros y os protegeré.
Ahora os bendigo a todos con amor: desde Spoleto, desde Isola y desde Jacareí».
María Santísima después de tocar los objetos religiosos:
«Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios y objetos sagrados, allí estaré viva con mi hijo Gabriel de mis Dolores, mi hija Gema y también mi hija Gertrudis, portadoras de grandes gracias del Señor.
A todos bendigo ahora de nuevo con amor para que sean felices y yo deje mi paz».
Vídeo de la Aparición y Mensaje:
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.