Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 19 de septiembre de 2021

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz comunicado al vidente Marcos Tadeu Teixeira

Difunde mi Secreto con aún más celo y amor

 

«Queridos hijos, hoy celebráis el aniversario de mi Aparición en la alta colina de La Salette, a mis dos hijitos predilectos Maximino y Melania, Maximino y Melanie.

Me aparecí como una Madre llorosa y dolorida, para revelar a toda la humanidad mi gran amor por todos mis hijos, y también mi gran dolor por los pecados de todos ellos. Por eso, en La Salette, me manifesté como una Madre llorosa, y aún hoy soy la Virgen Dolorosa y Llena de Lágrimas que sigue sufriendo, porque el mensaje de La Salette no ha sido obedecido y ha sido despreciado por la humanidad.

Soy la Madre Dolorosa que en La Salette apareció llorando para llamar a sus hijos a la conversión. Lloré, di mi mensaje, pedí oración, conversión y penitencia, casi nadie lo hizo... Y todavía hoy, 175 años después de mi Aparición, el mundo sigue dando la espalda a mi mensaje de La Salette, pisoteando mis lágrimas y sigue buscando el camino de los placeres, de los pecados y de su propia condenación.

Our Lady of La Salette appeared weeping

Soy la Madre Dolorosa, porque hasta el día de hoy tanto mi mensaje de La Salette como mi secreto no han sido dados a conocer al mundo por aquellos que estaban más obligados a hacerlo. Y a excepción de mi hijito Marcos, incluso muchas almas escogidas a las que me he manifestado pidiéndoles que defendieran La Salette y dieran a conocer el Secreto de La Salette, ni siquiera estas almas me han obedecido.

Sí, la mayoría de las veces he encontrado tanto respeto humano, tanto miedo a los juicios, a las críticas y a la persecución de los demás.... He encontrado tanta cobardía y tanta mala voluntad. Por eso mi Secreto de La Salette no se dio a conocer al mundo a la velocidad y en la proporción que Yo quería, y por eso muchas almas se perdieron porque ignoraban los peligros que en el Secreto de La Salette advertí a todos mis hijos, a toda la humanidad; los peligros que revelé a todos mis hijos, a toda la humanidad.

Soy la Madre Dolorosa porque aún hoy, por desgracia, los peligros, las amenazas, los pecados contenidos en mi Secreto de La Salette siguen sucediendo y cayendo sobre el mundo. La apostasía avanza, la violencia se extiende, el mal, el odio a Dios, el desprecio a la santa Fe católica y a todo lo que representa a Dios siguen extendiéndose como un terrible cáncer que consume a toda la humanidad.

Familias, jóvenes y niños son devorados y tragados por este cáncer mortal, que conduce a tantos millones de almas a la condenación eterna.

Sí, la apostasía crece cada día, ¡siempre es mayor! El número de personas que ya no rezan, que ya no creen en las verdades eternas, que ya no creen en el Señor, y viven como verdaderos paganos, verdaderos ateos, aumenta cada día. Cuántas almas mueren cada día en este estado y se precipitan en el Infierno cada hora que pasa, y no hay casi nadie que atienda a mi llamada de La Salette y se levante para ser mi Apóstol de los Últimos Tiempos, para dar a conocer a mis hijos mi mensaje doloroso y mi advertencia, mi Secreto de La Salette, para ayudarme a salvar las almas de mis hijos.

Soy la Madre Dolorosa que aún hoy contempla, entre lágrimas, la destrucción de toda la civilización cristiana por un ateísmo cada vez más extendido y enseñado, principalmente por los medios de comunicación, por la educación pagana y atea, y también por las familias que ya no son jardines perfumados donde florecen las flores más bellas de la santidad, sino que son lugares donde se enseña a los infantes, a los niños, a vivir sólo para las cosas mundanas y materiales.

¡Qué grande es vuestra ruina! Por eso llamo a mis hijos para que se conviertan en mis apóstoles. ¡Difundid mis mensajes con aún más amor y ardor! Difundid mi Secreto con aún más celo y amor, y así convertiréis todo mi dolor en alegría, y mis lágrimas en una sonrisa.

Mi querido hijo Marcos, mi apóstol de La Salette, una vez más te doy las gracias por todo lo que has hecho por mi aparición en La Salette y por mi Secreto. Sí, gracias a ti y a las películas que has hecho, mi Mensaje y mi Aparición en La Salette son conocidos por todos mis hijos. Y ahora conocen mi dolor, conocen mi Secreto, conocen los peligros que les amenazan de los que les hablé en el Secreto, y ahora, como centinelas vigilantes, velan en la oración, en la penitencia, en el sacrificio y no ceden fácilmente a las asechanzas de Satanás.

Sí, gracias a ti, mis hijos comprenden los signos de los tiempos que están sucediendo, comprenden que están en el final de los tiempos y que el regreso de mi Hijo Jesús está cerca, y por eso se preparan para este regreso cada día con amor, buscando la santidad, viviendo una vida totalmente enfocada a la salvación de sus almas, a la salvación del mundo y a alcanzar el Cielo.

Gracias, hijo mío amado, porque gracias a ti todo esto se ha hecho posible, y en ti se ha reparado el «no» que recibí de tantas almas consagradas, incluso de almas privilegiadas y elegidas que no querían dar a conocer al mundo mi Mensaje y mi Secreto de La Salette. Pero, gracias a ti, esto se hizo y en ti se reparó su «no» y su desobediencia y se eliminó la dolorosa espada de dolor que la humanidad ha esculpido en mi corazón por despreciar mi Mensaje de La Salette.

Alégrate, hijo mío, porque un día contemplarás en el Cielo mi corazón radiante de gloria, totalmente reparado y consolado por las santas obras que has hecho: las tres películas para dar a conocer a todos mi Mensaje y el Secreto de La Salette, y verás también en gran gloria, toda la inmensa multitud de almas que has salvado con estas tres hermosas películas que has hecho para mi gloria y para el mayor consuelo de mi corazón y la salvación del mundo entero.

¡Alégrate, porque este mérito es todo tuyo!

Y alégrate también, hijo mío Carlos Tadeu, porque te he dado como hijo mío, el alma privilegiada, el rayo de luz de mi corazón, el niño valiente, generoso y totalmente desinteresado que dio a conocer mi aparición en La Salette y mi secreto a tantos hijos míos que languidecían y morían en la ignorancia, en el pecado, en las adicciones, en la oscuridad total y gracias a este hijo, mi mensaje de La Salette brilla ahora como nunca antes y las almas ven esta luz y comprenden el camino correcto que deben seguir para salvar sus almas y las almas del mundo entero.

Alégrate, porque a ti te he dado el niño que profeticé a mi hijito Maximino que después de 150 años vendría al mundo para sacar del olvido mi Aparición.

Sí, esta parte de mi Secreto dado a Maximino: que después de 150 años mi Aparición de La Salette llegaría a ser mundialmente conocida como nunca antes, ha sido realizada por el niño que te he dado.

¡Alégrate, pues, porque a ti te he dado un gran tesoro de mi corazón, un alma de valor inconmensurable, valiosísima! Y si sabes guardar este tesoro, amar este tesoro y unirte a este tesoro, adquirirás también los mismos sentimientos, el mismo amor que él siente por mí, harás grandes obras junto a él, como hizo él, como hizo este hijo. Y entonces, adquirirás también una belleza y un valor espiritual inconmensurables ante el Señor y también ante mi corazón.

Alégrate, porque te he dado por hijo un alma de valor inconmensurable, para demostrarte cuánto te amo.

Un alma que recibe de una Reina un regalo todo en oro, se siente valorada y amada por esa Reina, y todos la miran como un alma a la que la Reina ama con un amor, con una preferencia incomparablemente mayor que a todas las demás personas. Esto he hecho contigo, dándote por hijo al que es toda mi esperanza, mi consuelo, y también el mayor apóstol de mi mensaje y de mi Aparición en La Salette.

Sí, ¡te he dado el alma más saletina del mundo! Y cuanto más te unas a esta alma, más serás también uno de los más grandes hijos saletinos de mi corazón.

¡Sigue rezando el Rosario de Lágrimas todos los días!

Regala 6 películas de mi Aparición en La Salette a 6 de mis hijos que no la conozcan. ¡Para que así, hijos míos, el mensaje se difunda más y mis hijos sean advertidos antes del fin de los tiempos de todo lo que espera a la humanidad, para que se conviertan y vengan sin demora a mi corazón, que para todos será refugio, paz y amor!

Os bendigo a todos con amor: desde La Salette, desde Pontmain y desde Jacareí.

¡Alégrate, hijo mío Marcos! Me has ofrecido durante todo el día los méritos de esta La Salette nº 1 por tu padre, por las personas que amas y por Mis hijos peregrinos y sus familias. Pues bien, respondo a tu plegaria y concedo ahora a tu padre Carlos Tadeu 190 mil bendiciones que recibirá todos los años en el aniversario de mi Aparición en La Salette y también, concedo a todos mis hijos aquí presentes 49 bendiciones especiales que recibirán todos los años mientras vivan, en el aniversario de mi Aparición en La Salette, fruto de los méritos de esta película que hiciste por mí, que tanto sacrificio te costó, pero que tanta gloria dio a mi corazón y a tantas almas trajo a mis brazos maternales y al camino de la conversión y de la salvación.

Alégrate, hija mía, porque muchas más bendiciones te daré todavía por los grandes méritos de las obras hechas por mí con tan ardiente e inmenso amor.

Paz.

Apariciones de Nuestra Señora en La Salette

Más sobre el Rosario de las Lágrimas de Nuestra Señora

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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