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Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

domingo, 17 de julio de 2022

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz comunicado al vidente Marcos Tadeu Teixeira, en la Capilla del Santuario de las Apariciones en Jacareí - Sp - Brasil

Vengo del Cielo para dar la paz al mundo

Queridos hijos, soy la Reina y Mensajera de la Paz. Vengo del Cielo para dar paz al mundo, paz a vuestros corazones.

Venid a Mí todos los que estéis cansados y abatidos y Yo os aliviaré, dando a todos la paz del Corazón de Mi Hijo Jesús. Venid a Mí todos los que estáis cansados y abatidos, y Yo os devolveré las fuerzas, dándoos a beber el agua de la gracia, el agua del amor de Dios, el agua de la paz. Venid a Mí todos los que estéis cansados y abatidos, y por medio del Rosario os aliviaré y os daré todo Mi amor maternal.

¡Sí, vengo a traer la paz! Quiero dar la paz al mundo, pero vuestros corazones deben abrirse para acoger Mi paz, para que Yo pueda, a través de vosotros, inundar el mundo con Mi paz.

¡Rezad! En las cosas del mundo sólo encontraréis aflicciones, decepciones y perturbaciones. Volved vuestros corazones a la oración. Dedicad más tiempo a la oración y a la meditación, y vuestros corazones descansarán en Mí, descansarán en el amor de Mi Hijo Jesús, y tendréis paz.

Aumentad vuestras oraciones por la conversión de los pecadores. El mundo va mal, empeora cada día, porque no hay oración. Rezad, rezad por todos, para que Mis hijos puedan aceptar Mi amor y puedan comprender Mi amor.

Llevad Mi Escapulario del Carmelo . Todo el que lo lleve recibirá grandes gracias de Mí, y si muere con él, no conocerá las llamas del Infierno. Lo que prometí a Mi hijo Simón Stock, lo cumpliré perfectamente.

¡Id! Enseña a todos Mis hijos a rezar el Rosario Meditado . Deseo que recéis durante tres días el Rosario Meditado 232 , grabado por Mi hijito Marcos, y que recéis también durante tres miércoles seguidos la Hora de los Santos 16 , para que podáis comprender mejor Mis mensajes y los de los Santos y así hagáis bien y con éxito la voluntad del Señor en vuestras vidas.

Mi querido hijo Marcos, has ofrecido hoy por Mí tantos Rosarios, méritos también de esta película de Lourdes que has hecho por Mi amor. Primero, en la intención de tu padre, Carlos Tadeo, después en la intención de Mis hijos que están aquí, especialmente Mi hija Jean y Mi amado hijo Jonny. A petición suya, derramo ahora sobre su padre Carlos Tadeu 1.200.000 (un millón doscientas mil) bendiciones. Sobre Mi hija Jean, derramo ahora 4.000 (cuatro mil) bendiciones. Sobre Mi hijo Jonny derramo también 4.000 (cuatro mil) bendiciones que recibirán durante tres meses seguidos, siempre el día 16 de cada mes.

Y sobre Mis hijos aquí presentes, derramo hoy 3988 (tres mil novecientas ochenta y ocho) bendiciones que recibirán de nuevo los primeros domingos de cada mes durante todo este año. Así satisfago el deseo ardiente de sus corazones de compartir con Mis hijos el valor meritorio de todas sus buenas acciones para acudir en su ayuda, socorrerles y ayudarles en estos tiempos de tantas tribulaciones, en los que necesitan tantas y copiosas gracias para poder llevar la cruz y superar todas las pruebas que les llegan día a día. Sí, así también puedo derramar sobre ellos los torrentes de gracias de Mi Corazón Inmaculado y cumplir en ellos la voluntad del Señor, Mis planes maternales de amor, que redundarán en su santificación y en la salvación de tantas almas que tanto necesitan de Mi amor maternal.

Sí, te doy gracias, hijo mío, sobre todo, por tu espíritu de abnegación. Sí, durante tantos años, te has olvidado muchas veces de ti mismo para pensar sólo en Mí. Incluso te olvidaste a veces de tu propio descanso y ocio para pasar tantos meses, tantos días trabajando para Mí, grabando los Rosarios Meditados con Mis mensajes para Mí, haciendo los vídeos de Mis apariciones para Mí y para hacerme conocer y amar por Mis hijos y hacerles llegar Mis mensajes.

Sí, cada domingo, mientras todos descansan y se divierten, tú estás aquí todo el día: rezando, cantando, hablando de Mí y transmitiéndome a todo el mundo, para que Mis hijos conozcan Mi amor maternal. Sí, tan abnegado, tan responsable, tan celoso. ¡Siempre amor, siempre Marcos!

Sí, a lo largo de estos 31 años, mientras todos buscaban sólo la satisfacción de sus deseos y la realización de sus anhelos personales, tú lo olvidaste todo, renunciaste a todo, para pensar sólo en Mí, para dedicarte sólo a Mí y ayudarme a salvar las almas de Mis hijos. Siempre tan responsable, tan entregado, tan desinteresado, olvidadizo de ti mismo. ¡Siempre amor, siempre Marcos!

Siempre olvidando tu propio bien, y sacrificando incluso tu propia salud tantas veces, aceptando las enfermedades que Yo te enviaba para que pudieras ofrecer por la salvación de tantas almas que necesitan un alma víctima que se sacrifique, que se sacrifique por ellas en unión con Jesús y Conmigo, para que puedan ser liberadas de las garras de Mi enemigo. Y tú siempre me has dicho que sí, olvidando tu propia voluntad, incluso tu propio bien personal, para pensar en los demás, para pensar en las almas, para pensar sólo en sacar espadas de dolor de Mi Corazón, convirtiendo almas y llevándolas a Mi Hijo y a Mí. Siempre tan celoso, tan responsable, tan desinteresado. ¡Siempre amor, siempre Marcos!

Siempre tan desinteresado, estando incluso tantas veces agotado, cansado y sin embargo cuidando de todo en Mi Santuario. Cuidando de todos, cuidando y custodiando esta casa Mía y trabajando noche y día para mejorarla y hacerla crecer día a día. Siempre tan desinteresado. E incluso cuando está enfermo, no deja de trabajar y cuidar de Mi casa. Tan desinteresado... ¡Siempre amor, siempre Marcos!

Por eso te quiero tanto, hijo Mío. Persevera en el camino que te he indicado, que es este camino de amor que pasa por la abnegación. Sin olvidarte de ti mismo, sin morir a ti mismo, nadie puede dedicarse verdaderamente a Mi Hijo Jesús, a Mí y a la salvación de las almas. Tú lo has hecho íntegramente. Por eso hoy te bendigo con un nuevo torrente de gracias que podrás compartir con quien desees, con quien quieras. Ya sé que ofrecerás todo también por el padre espiritual que te di. Muy bien, comparte con él y con los que amas, y sobre ellos, hoy, derramaré copiosamente Mis gracias.

Sí, tú, Mi rayo de luz, debes seguir iluminando la tierra. Debes continuar llevando Mi amor y Mi paz a todos Mis hijos, para que entonces, sintiendo Mi amor, Mis hijos renuncien a las cosas mundanas, vengan a Mí y se decidan verdaderamente por el camino de la santidad.

Yo también te bendigo, Mi muy querida hija Jean. Continúa firme en el camino que te he indicado, llevando a todas las almas, con tu voz, tu canto, tu vida, el amor de Mi Hijo Jesús y Mi amor, en estos tiempos en que Mis hijos necesitan desesperadamente de Mí, de Mi paz y Mi amor. Siempre estaré contigo, Mi querido hijo, y nunca te abandonaré. Te bendigo con amor.

También te bendigo a ti, Mi queridísimo hijo Jonny. Cómo me gustaría abrazarte ahora mismo, pero ese abrazo lo reservo para ti en el Cielo, donde te espero ansiosamente. Siempre he estado presente en tu vida, en todo momento, y siempre lo estaré. Siempre seré tu providencia maternal. Siempre seré tu Ayuda Perpetua y tu paz. Gracias por haber venido. Has consolado tanto a Mi Corazón, has quitado tantas espadas de dolor de Mi Corazón, como lo ha hecho Mi hija Jean, que también hoy, ha secado tantas lágrimas que derramo al contemplar el mundo tan lleno de guerras, de maldad y de pecado. Habéis traído una gran alegría a Mi Corazón. Por ello os doy las gracias. ¡Soy feliz! Y también doy las gracias a Mi hijo Marcelo, que ha venido con vosotros. Estoy muy feliz, muy contenta de que estéis aquí, y de que todos Mis hijos amados estén aquí.

Soy la Madre que vino del Cielo con un gran amor para ayudaros en estos tiempos difíciles y para deciros que sólo en Dios encontraréis la verdadera paz. No busquéis más cosas mundanas, pues no encontraréis paz alguna. Volved a Dios y vuestros corazones se llenarán de paz.

¡No tengáis miedo! Tendrán que ocurrir acontecimientos graves, como se ha predicho. Pero Yo estaré con vosotros. Mi Corazón Inmaculado triunfará, y lo que empecé en Fátima , en La Salette , en Lourdes , lo terminaré aquí, a través de Mis apariciones a Mi pequeño hijo Marcos, y traeré al mundo entero de vuelta a Dios, de vuelta al Corazón de Mi Hijo Jesús. No tengáis miedo, porque la Madre Celestial, Yo, estoy continuamente con Mi mirada vuelta y fija en todos vosotros.

Difundid más Mi Escapulario del Carmelo . Todavía no es suficientemente conocido y hay gracias que sólo puedo conceder a Mis hijos si llevan este Escapulario Mío. Id y dadlo a conocer a todos, a todos Mis hijos.

Permanezco aquí durante todo este tiempo, hijos Míos, para deciros que os quiero mucho y que no quiero perder a ninguno de vosotros.

Preparaos, porque pronto se realizarán los secretos que he confiado a Mi pequeño hijo Marcos, y el mundo cambiará. Toda la humanidad pasará por una gran transformación. Entonces llegarán para vosotros los Mil Años de Paz que prometí en Ucrania y en tantos lugares, también aquí. Mi enemigo será encarcelado en el Infierno, de donde ya no podrá salir para dañar al mundo, dañaros a vosotros, y entonces tendréis por fin la paz. Preparaos para entrar en este nuevo tiempo de paz abriendo vuestros corazones a Mi Llama de Amor.

Mi Llama de Amor busca almas por todo el mundo que acepten Mi amor, que acepten colaborar con Mis planes maternales. Si hoy aceptáis Mi Llama de Amor, actuará poderosamente en todos vosotros y os convertirá verdaderamente en instrumentos de amor para el triunfo del amor, en el amor.

Os bendigo a todos: desde Lourdes, desde Fátima y desde Jacareí.

Paz, Mis amados hijos, id en la paz del Señor.

Nuestra Señora después de tocar los objetos religiosos presentados por el vidente Marcos Tadeu

Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos santos objetos, allí estaré viva llevando conmigo las grandes gracias del Señor. San Miguel y San Rafael acompañarán estos objetos y también bendecirán y protegerán a todos aquellos que los lleven con fe y amor. A todos de nuevo os bendigo para que seáis felices y dejéis Mi paz.

(Marcos) "¡Sí, haré lo que deseas, Madre! Sí, ¡muy feliz hoy! Muy consolado. ¡Gracias! ¡Grazie! Grazie, Mamma.

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