viernes, 14 de marzo de 2008

Viernes, 14 de marzo de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, les pedí a las personas en el Evangelio de hoy que crean que soy el Hijo de Dios debido a las obras milagrosas que realicé, y que fui enviado por Mi Padre. Quiero enfatizar cómo oré para sanar a la persona entera, tanto el cuerpo como el alma. La curación del alma de su pecado es en realidad una bendición mayor que cualquier curación física. Soy Dios y toda curación es posible, pero debe ser de acuerdo con Mi Voluntad. Que esto les sirva de recordatorio cuando estén orando por peticiones de curación para alguien. Oren primero que el alma sea sanada del pecado, y luego, si es de Mi Voluntad, oren por la curación de la enfermedad de esa persona. Cuando evangelizan almas para Mi mayor gloria, realmente están orando por la curación de la enfermedad espiritual del alma. Una vez que un alma pide perdón en sincera contrición y es perdonada, entonces verán un gran cambio de gracia sobre el rostro de esa persona, incluso si no está sanada físicamente. Es importante estar libre de enfermedad para poder cumplir tu misión, pero es más importante tener el alma salvada para entrar en el cielo. Así como yo lo hice, siempre oren para sanar a la persona entera, tanto el cuerpo como el alma.”

Jesús dijo: “Mi gente, esta sombra de Mi cruz, que cae sobre todos ustedes, representa cómo comparten todo su sufrimiento con Mi sufrimiento en la cruz. Les pido que tomen su cruz diaria y ofrezcan todos sus dolores, decepciones y pruebas a Mí. Sé todo lo que están pasando, y su deseo de sufrir conmigo les dará un tesoro en el cielo. Siempre estoy a su lado para darles fuerza y coraje para cumplir su misión, incluso cuando les parezca imposible. Recuerden que conmigo todo es posible. Recuerden orar sus Estaciones de la Cruz este día viernes para conmemorar el día de Mi muerte en el Viernes Santo. Los amo mucho y extiendo Mi misericordia para salvar a todas las almas que escuchan Mi Palabra y la toman a corazón. Es cierto como su sacerdote ha dicho que es más importante concentrarse en Mi muerte y Resurrección en la Semana Santa que en cualquier otra preocupación terrenal sobre conejitos, huevos, dulces o ropa nueva. Regocíjense en este tiempo más importante de todo el Año Litúrgico cuando conmemoran Mi muerte y Resurrección. Vean cuánto los amo que sufrí una cruel muerte para pagar el precio por todos los pecados de la humanidad. Soy el Cordero digno de Dios ofrecido como el sacrificio definitivo más significativo que todas sus ofrendas quemadas. Vengan y únanse a Mi Eucaristía para que puedan recibir su alimento espiritual que los traerá a la vida eterna. Cuando Me siguen, están continuando caminando en la sombra de Mi cruz.”