Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
sábado, 17 de mayo de 2008
Sábado, 17 de mayo de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, les he dado varios mensajes sobre los recientes desastres naturales y de los que vendrán. También hay algunos pequeños rayos de esperanza cuando ven imágenes y estatuas sagradas Mías y de Mis santos milagrosamente salvadas en estas tormentas. Hubo varias publicaciones en las noticias a lo largo de los años cuando el daño estaba por todas partes, y una estatua Mía o de un santo quedó intacta. Hay pequeños regalos y señales de que todavía estoy en control, y puedo proteger las cosas de valor espiritual. Incluso muchas casas con estatuas, medallas bendecidas, escapularios o Entronizaciones al Sagrado Corazón se han salvado de la destrucción en medio de tornados, inundaciones e incendios. Cuando invoquen Mi protección, estaré ahí para ustedes en las peores tormentas. Recuerden cómo calmé el Mar de Galilea, así que puedo ahorrar a Mis fieles algunos daños en su hogar. Otros signos milagrosos han sido el llanto de estatuas con aceite o sangre. Ese llanto es por la tristeza en el cielo por los muchos pecados y asesinatos de la humanidad. El daño a las cosas es una cosa, pero las almas perdidas son la mayor preocupación en el cielo. Oren por las víctimas de estos desastres, pero incluso oren más por sus almas, especialmente aquellos que puedan ser llamados a casa a la muerte. Mantén tu alma pura con la Confesión frecuente porque podrías ser llamado a casa en cualquier momento por un desastre natural.”
Jesús dijo: “Mi gente, sus hijos en su mayoría en América llevan una vida protegida en comparación con lo que otros niños del mundo deben sufrir. Sus hijos viven en casas modernas, van a la escuela y pueden vivir el sueño americano de poseer su propia casa, mientras que tener suficiente para comer es lo último en sus mentes. Otros niños tienen que mendigar dinero y tienen suerte de tener suficiente para comer para sobrevivir. Se quejan de los altos precios de los alimentos, pero tienen más que suficiente para comer todos los días de sus vidas. Aquellos que tienen más riqueza de la que necesitan deben estar dispuestos a compartir su excedente con aquellos en países extranjeros que son pobres y están hambrientos. Estén agradecidos por lo que tienen ayudando a los pobres en sus despensas locales, y a aquellos que sufren de los últimos desastres naturales.”
Origen: ➥ www.johnleary.com
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.