domingo, 31 de agosto de 2008

Domingo, 31 de agosto de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, las lecturas de hoy tienen un tema familiar que les he dado para no conformarse con el mundo, sino seguirme llevando su cruz. El mundo quiere que sean políticamente correctos, pero yo quiero que sean espiritualmente y físicamente correctos según Mis Mandamientos. El mundo quiere que se complazcan a sí mismos primero, pero Mis caminos les piden que me sigan a mí y no adoren a ninguna persona o cosa en este mundo. Algunos quieren evitar el dolor, la vergüenza o la confrontación con otras personas. Pero les pido que no tomen ningún microchip en el cuerpo, no adoren a la bestia, ni tengan abortos, ni cometan otros pecados sexuales. Están llamados a evangelizar almas. También deben hablar en contra del aborto, las guerras, la prostitución, la pornografía y los matrimonios homosexuales. Estas pueden ser opiniones impopulares y podrían ser perseguidos, pero necesitan proclamar la verdad dando testimonio de su fe. Incluso podrían ser probados con un posible martirio al defender o no negar su fe. Pero una recompensa como santo en el cielo es mejor que arriesgarse al infierno o a un purgatorio severo por negarme. Levantar su cruz donde estén puede ser difícil, pero seguirme les irá mejor en su juicio.”

Jesús dijo: “Mi gente, en muchos sentidos tienen miedo de lo desconocido porque no saben qué esperar en estas situaciones. Esto puede ser un problema al comenzar un nuevo trabajo o un nuevo proyecto. Incluso puede ser al conocer extraños en su intento de evangelizarlos. En todas estas situaciones invoquen Mi ayuda y yo haré que el Espíritu Santo les dé lo que decir en ese momento para que puedan ayudar a esa alma a convertirse. Deberían pensar más en ayudar a salvar almas en todo momento, incluso si deberían rechazar su invitación. Esa persona podría nunca recibir la invitación de otra persona para amarme, así que aprovechen cada oportunidad para llevar la gracia a la gente. Incluso en sus propias familias puede haber algunas almas que sean laxas en su propia fe, o que se nieguen a aceptarme al no asistir a los servicios dominicales. No pueden obligar a nadie a tener fe, pero aún pueden darles un buen ejemplo y dejar que vean que la oración y el amor hacia Mí son una parte importante de su vida. Traten de ser lo más amorosos posible, y este espíritu de amor puede tocarlos para amarme más. Oren por esas almas que se han alejado de su fe, y oren para que despierten a amarme antes de morir. No tengan miedo de lo desconocido, y estén dispuestos a tender la mano para salvar almas, incluso cuando sean extraños.”