sábado, 20 de septiembre de 2008

Sábado, 20 de septiembre de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, habéis oído la Parábola del Sembrador de semillas que me representa difundiendo Mi Palabra entre todo Mi pueblo. No basta con oír Mi Palabra o simplemente llamarme, Señor, Señor. Aquellas almas en el camino, sobre las rocas, o entre las espinas son aquellos que oyen Mi Palabra, pero no la graban en sus corazones y no actúan según ella. Estos son los tibios que no son sinceros en su amor por Mí, y se alejan y corren el riesgo de perder la vida eterna. Aquellos, en cambio, que oyen Mi Palabra y actúan según ella, seguirán Mis Mandamientos y darán buen fruto en sus obras, cien veces más. Invito a todos Mis fieles a tomar sus cruces y seguirme. Es vuestro ‘sí’ el que me dais que es vuestro compromiso de amarme a Mí y a vuestro prójimo como a vosotros mismos. Si verdaderamente sois cristianos, os negáis a vosotros mismos y hacéis todo por amor a Mí. Debéis difundir Mi Palabra evangelizando a las almas que os rodean para que más almas sean salvadas del infierno y disfruten de la vida eterna conmigo en el cielo. Todo lo terrenal pasará, pero todo lo del cielo tendrá vida conmigo para siempre en el cielo.”

Jesús dijo: “Mi gente, estos demonios en la visión están tratando de inspirar una división en Mi Iglesia. Siempre que oigáis alguna declaración herética, no importa de qué fuente provenga, no estáis obligados a creerla ni a seguirla. Estos elementos escismáticos promoverán enseñanzas de la Nueva Era que no debéis seguir. También dirán que la masturbación, el fornicio y los actos homosexuales ya no son pecados. Habéis oído en una breve lectura sobre cómo Mis fieles recibirán una cruz implantada en sus frentes. Sabréis que cuando no veáis una cruz en alguien durante la tribulación, que deben ser evitados y no aceptados en vuestros grupos de oración. Confiad en Mí y en Mis ángeles, pues os protegeremos de estos malvados en Mi Iglesia. A esas personas sin cruces o demonios presentándose como fieles se les rechazará en los refugios, ya que Mis ángeles no permitirán que tales personas entren en el refugio. Yo separaré a las cabras de los corderos, y los malvados serán arrojados al infierno, mientras que Mis fieles verdaderos recibirán su recompensa en Mi Era de Paz y finalmente en el cielo.”