martes, 14 de octubre de 2008

Martes, 14 de octubre de 2008

(San Calixto I)

Jesús dijo: “Mi gente, todos los santos los están mirando y verdaderamente rezan por su fortaleza en su época malvada. Muchos de los santos, que fueron martirizados como San Calixto I, saben que un tiempo de gran persecución volverá a llegar como en la Iglesia Primitiva. Si se les desafía a creer en Mí o si se les pide que tomen un chip en el cuerpo, estén listos para negarse a negarme y negarse a cualquier chip en el cuerpo, incluso bajo amenaza de muerte. Han visto en el pasado cómo la gente estaba dispuesta a morir por su fe, pero la gente de su sociedad hace todo para evitar cualquier dolor. Pidan a los santos en oración que los ayuden con sus necesidades específicas. Tienen muchos santos patronos para diversas necesidades como San Antonio para objetos perdidos. Todos son grandes intercesores para sus oraciones a Mí. Mi Santísima Madre hace muchas peticiones a Mí en oración mientras los guarda con su manto. Den gracias a Mí y a los santos por todo lo que hacemos para responder a sus oraciones.”

Jesús dijo: “Mi gente, esta bala que sale del arma no se puede recuperar una vez disparada. Esto también es cierto de las palabras que dicen a otros, y tampoco se pueden recuperar. Así que piensen dos veces lo que dicen y cómo se interpretará. Pueden ir a una persona y pedir disculpas por cualquiera de sus comentarios que pudieran haber ofendido a alguien. Siendo amables y cariñosos, pueden perdonarlos, pero pueden recordar sus actitudes. Algunas personas pueden tener la piel dura al poder soportar más abusos sin que les moleste. Es difícil cuando otros malinterpretan lo que están diciendo y se inventan historias sobre ustedes a sus espaldas. Este chismorreo que podría dañar la reputación de alguien es verdaderamente un pecado contra su prójimo, ya sea verdadero o falso. Les he dado las Escrituras que lo que sale de la boca de un hombre es lo que puede ser pecaminoso. Así que guarden lo que dicen a la gente y hablen con más amor y amabilidad, y no estarán lejos del Reino de los cielos.”