domingo, 19 de octubre de 2008

Domingo, 19 de octubre de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, en el Evangelio de hoy, los fariseos hipócritas trataron de ponerme a prueba preguntándome si era lícito pagar el impuesto censal a los romanos. Confundí sus intenciones diciéndoles: ‘Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios’. En su situación laboral moderna, sus diversos gobiernos exigen el pago de impuestos incluso antes de recibir lo que queda de su cheque de pago. Así que su César moderno ya está pagado. Lo que es la porción de Dios debería ser alrededor del diez por ciento de lo que queda para la caridad y para apoyar Mi Iglesia. Está siendo más difícil equilibrar los presupuestos, pero no engañes Mi caridad con una simple contribución simbólica. Si no puedes permitirte tal caridad, entonces estás viviendo por encima de tus posibilidades. Demasiadas personas encuentran mucho dinero para casas y coches caros, así como para entretenimiento, pero no presupuestan mucho para donaciones de caridad. La gente necesita vivir más sencillamente y gastar cantidades equilibradas para todas sus necesidades. Al ayudar a los pobres, entonces estarás haciendo tus obras de misericordia para ayudar a tu prójimo”.

Jesús dijo: “Mi gente, el mal que os rodea va a empeorar hasta que el Anticristo entre en el poder. No mejorará hasta que yo regrese y arroje a todos los malvados al infierno. Esta renovación de la tierra traerá entonces Mi Nueva Era de Paz. Hasta que yo regrese, necesitaréis llamar a Mi protección en vuestros refugios durante la tribulación. Muchos eventos ya están en marcha para provocar una toma de poder malvada en América. Esta rueda malvada que rueda sobre todos en la visión es una señal de cómo se matará toda resistencia a este mal. Por eso veréis a muchos martirizados por su fe porque no encaja con el nuevo orden mundial de la élite. Estos malvados ni siquiera temen la rebelión del pueblo porque tienen planes para exterminar a toda su oposición. El diablo y el Anticristo serán permitidos un breve reinado despiadado que obligará a Mis fieles a buscar seguridad en Mis refugios. Mi poder es mayor que el de todos los malvados, así que sabéis que puedo protegeros siempre que llaméis a Mi ayuda. Las cosas terrenales no os salvarán. Sólo yo puedo salvaros de los malvados, y luego llevaros al cielo como recompensa. Estáis en una batalla espiritual entre el bien y el mal, y debéis permanecer fieles con Mi ayuda para soportar este reinado del mal”.