miércoles, 4 de noviembre de 2009

Miércoles, 4 de noviembre de 2009

(San Carlos Borromeo)

Jesús dijo: “Mi gente, les estoy recordando este banco vacío, para que continúen rezando por los fieles alejados, especialmente en sus propias familias. La Misa dominical es tan importante como un mínimo acto de adoración a Mí, para que la gente al menos me dedique una hora de todas las horas de la semana. Hay muchos católicos débiles que necesitan despertar en sus vidas espirituales, ya que se están acercando a la Gran Tribulación del mal. Si no son fuertes en su fe, Satanás tamizará sus almas al infierno. Están en una importante batalla del bien y del mal, así que levántense y cuenten conmigo. Acaban de tener otra elección, pero necesitan votar por su vida eterna en el cielo eligiendo adorarme y servirme por amor.”

Jesús dijo: “Mi gente, saben muy bien cómo Mi Sagrado Corazón está unido al Inmaculado Corazón de Mi Bendita Madre. En las imágenes de la visión ven llamas en nuestros corazones representando el amor ardiente que tenemos el uno por el otro y por toda la humanidad. Mi corazón también está representado con una corona de espinas y el corazón de Mi Bendita Madre está representado con siete espadas de dolores. En la vida cada uno sufrió de diferentes maneras. Yo sufrí en la cruz por sus pecados, y Mi Bendita Madre sufrió cada vez que yo estaba en peligro o en agonía. Nuestros dos corazones siempre están unidos como uno, así que cuando ven a Mi Bendita Madre, ella siempre me trae a ustedes. Donde estoy Yo, ella también está cerca. Los invitamos todos los días a consagrarse a nuestros dos corazones para que su corazón también se una a nuestros corazones en amor. Hay un vínculo de amor entre nosotros Tres Personas en Un Dios. Mi Bendita Madre y Yo también tenemos un vínculo de amor de madre e hijo. Ustedes son nuestros hijos, así que deseamos que nos amen como su Madre celestial y su amado Dios Hijo. Encuentran paz para su alma cuando están en Mi Presencia en Mi tabernáculo y en la Sagrada Comunión. Manténganse cerca de nuestros dos corazones en su amor por nosotros, y los protegeremos de los malvados.”