martes, 10 de febrero de 2015

Martes, 10 De Febrero De 2015

Martes 10 de febrero de 2015: (Santa Escolástica)

Jesús dijo «Pueblo mío, cuando penséis en vivir de forma independiente en Mis refugios, se os quitarán las comodidades ordinarias de hoy. Tenéis que pensar en cómo podríais cocinar los alimentos en un horno de leña o calentar vuestra casa con leña, queroseno o, posiblemente, propano. Te proporcionaré carne con los ciervos, y multiplicaré tu agua y tus combustibles. Puede que tengas que cultivar algunas verduras con tus semillas no híbridas. También esto lo multiplicaré para que todos tengáis algo de variedad en vuestra alimentación. En los Estados del Norte necesitaréis ropa de abrigo, botas, gorros, guantes y palas. En Mis refugios tendréis la suerte de contar con un sacerdote para la Misa diaria. Esto requerirá ornamentos, libros para la Misa, un cáliz, hostias, vino de altar, velas, botellas para el vino y el agua, una cruz y posiblemente campanas. Tendrás Adoración Perpetua, por lo que no tendrás que salir. Si no tienes sacerdote, Mis ángeles te traerán diariamente la Sagrada Comunión. También necesitarás rosarios, escapularios, libros de oraciones de la Piedad, Biblias y la Liturgia de las Horas. Necesitas tus necesidades terrenas, así como tus necesidades espirituales. Agradece que Mis ángeles defenderán todos Mis refugios con un escudo de invisibilidad. Mis ángeles no permitirán que nadie entre en Mis refugios, a menos que lleve una cruz en la frente, impresa por Mis ángeles. Cuando preparéis vuestros refugios, pensad en todas estas cosas que necesitaréis, además de proporcionar ropa de cama, lavabos y retretes al aire libre.»

Dijo Jesús: «Pueblo mío, tenéis la suerte de tener una Misa de curación mensual en vuestra antigua iglesia cerrada del Santo Nombre. Cuando venís a dicha Misa, podéis rezar por vosotros mismos, o podéis recibir una bendición para alguien que esté enfermo o tenga una enfermedad terminal. Incluso cuando Me recibes en Mi Eucaristía, tienes Mi curación para tu cuerpo y tu alma. Cuando estaba en la tierra, curaba primero los pecados de la persona y después cualquier problema físico. He bendecido a algunas almas con dones curativos, y pueden orar sobre las personas y curarlas. Incluso cuando rezaba sobre las personas, éstas tenían que tener fe en que podía curarlas. En Mi ciudad natal de Nazaret, sólo pude curar a unos pocos extranjeros debido a su falta de fe. Lo mismo ocurre hoy con la curación, la gente tiene que tener fe en que Yo puedo curarles».