lunes, 28 de septiembre de 2020

Lunes, 28 De Septiembre De 2020

Lunes, 28 de septiembre de 2020

Jesús dijo «Hijo mío, todos habéis venido a este mundo desnudos y sin nada, y dejaréis este mundo sin ni siquiera vuestro cuerpo. Es vuestra alma la que quedará al final, y por eso os pido que Me pongáis a Mí en primer lugar en vuestra vida. Yo soy tu Creador y el Juez de tu vida. Mantén tu atención en Mí y no te preocupes por tu dinero o tus posesiones, pues estas cosas son temporales. Pero tu alma y Yo somos eternos. Tu trabajo consiste en ayudar a salvar tu alma y las almas de los demás. Siguiendo Mis Mandamientos, arrepintiéndote de tus pecados en la Confesión y ayudando a tu prójimo con buenas obras, te salvarás conmigo en el cielo. Así como Job fue puesto a prueba y permaneció fiel a su fe en Mí, todos vosotros debéis hacer lo mismo haciendo todo por Mi gloria, sin preocuparos por poseer nada en esta vida. Vuestra meta es estar Conmigo para siempre en el cielo, así que sedme fieles en todo momento».

(En el Santuario de Emmetsburg, Md. con Santa Isabel Ana Seton)

Nuestra Santísima Madre de Lourdes dijo: «Mis queridos hijos, vuestras almas son tan preciosas para Mí y para Jesús, sin embargo, algunas almas están jugando con sus almas si siguen los placeres terrenales de Satanás hasta el infierno. Vosotros veis a los niños pequeños y lo preciosos que son tanto para Jesús como para mí. Así que rezad para detener todos los abortos. Quiero que todos seáis como niños pequeños, no importa la edad, para que podáis entrar en el cielo. Debéis ser cariñosos, inocentes y obedientes a los Mandamientos de mi Hijo para poder ir al cielo. Manteneos cerca de nosotros en la Sagrada Comunión, la Misa, mi rosario y la Adoración al Santísimo Sacramento, y estaréis a salvo en las gracias de mi Hijo. No tengáis miedo de los acontecimientos venideros, porque mi Hijo es todopoderoso, y hará que sus ángeles guíen y custodien a mis hijos. Santa Isabel Ana Seton está aquí con nosotros, y te agradecemos tus oraciones y tu visita a este lugar santo. Concéntrate en tus oraciones diarias y en tu consagración a nosotros cada día en todo lo que hagas.»