Revelaciones Marianas a Luz de Maria, Argentina
viernes, 8 de febrero de 2019
Mensaje de la Santísima Virgen María
A Su Amada Hija Luz De Maria.

Amados hijos de Mi Inmaculado Corazón:
Os Bendigo A Todos, Os Amo A Todos Ya Que Sois Todos Mis HIJOS...
En el tiempo de los hombres sois testigos de que todo sucede, pero no sois conscientes de que sucede a gran velocidad. Mi Hijo, el Maestro de todo, ha permitido que la Tierra acelere su curso para que Su Pueblo se acerque al cumplimiento de lo esperado.
COMO Intercesora Vuestra Sostengo La Mano Del Padre, Implorándole Que Continúe Dándoos Oportunidades Para Que No Os Perdáis Y Salvéis Vuestras Almas, Pero La Obstinación Del Hombre Ignora Las Oportunidades Y Las Llamadas Del Hogar Del Padre.
He atravesado épocas, he ido de país en país, de pueblo en pueblo, alertándoos porque os amo; unos pocos Me escuchan, otros son totalmente escépticos y otros siguen las revelaciones de todos los instrumentos amados de la Casa del Padre, y se confunden y no saben qué hacer ni adónde ir.
He venido a llamaros la atención porque los acontecimientos siguen ocurriendo ; la naturaleza ejerce su fuerza sobre la Tierra para que el hombre observe atentamente su poder, el de la naturaleza, pero el hombre tiene miedo en el instante en que se enfrenta al sufrimiento, y cuando ese sufrimiento ha pasado deja de clamar al Padre, deja de llamar a Mi Hijo, deja de invocar al Espíritu Santo y deja de pedir Mi intercesión, porque cuando está libre de penurias Nosotros ya no somos necesarios...
Esta realidad espiritual en la que vive el hombre de esta generación es triste, y por eso decae más a cada instante al abrazar las grandes innovaciones de la llamada liberación que te ofrece el mal: te ofrece liberación para el pecado y libertad en todos los ámbitos de la vida. El hombre que aún no ha comprendido que para seguir a Mi Hijo debe renunciar a sí mismo, a sus deseos, a sus caprichos (cf. Mt 16,24), abraza todo el libertinaje que el mal ha disfrazado de libertad.
Veo cómo Mis hijos caen uno tras otro en las garras del mal y que el Pueblo de Mi Hijo no medita las palabras que el demonio ha pronunciado. Ha desatado su fuerza contra Mis hijos para herir Mi Corazón Inmaculado, pues sabe que al final Mi Corazón Inmaculado triunfará y por eso desea aplastar a Mis hijos porque sabe que Yo amo a Mis hijos aunque ellos no lo comprendan, porque es más fácil para ellos pertenecer al mundo e ir con la mayoría que ha sido adoctrinada para seguir la falsedad, la mentira y rechazar el Camino de la Gracia que os conduce a la Vida Eterna.
Cuántos acuden el domingo a la Santa Celebración Eucarística y el resto de la semana no invocan ni un solo instante el Santo y Divino Nombre de Mi Hijo, y ese domingo, inconscientes de lo que hacen, aumentan su propia condena, pues se acercan a la Mesa Eucarística, al Banquete Divino, y reciben a Mi Hijo cargados de pecados de los que no se arrepienten. ¡Cómo sufre Mi Hijo! No piensan, no sienten el dolor de Mi Hijo, porque le hacen vivir continuamente Su Pasión y todo el recorrido de la Pasión Dolorosa.
TÚ Debes Decidirte Por Un Cambio De Vida, Aunque Oigo A Tantos De Mis Hijos Decir: «Los Que Se Pierden Se Pierden Y Los Que Se Han Salvado Se Han Salvado», Pero Mi Hijo, Que Es Misericordia Infinita, Y Yo, Madre De Esa Misericordia, Te Observamos Constantemente, Esperando Que Salga Una Palabra De Ti: «Perdona, Señor, Perdona», Y Mi Hijo Te Recibirá Como Un Padre Recibe A Un NIÑO Recién Nacido.
MIS Hijos, ¡Por Favor, Prestad Atención! .. . El Anticristo (1) está caminando por el mundo, está actuando en el mundo, está moviendo sus tentáculos para enfrentarse a vosotros, para ofenderos y aplastaros, para llevaros a cometer más pecados, para desesperaros, para desestabilizaros emocionalmente. Está moviendo todos los tentáculos que tiene para ir contra Mis hijos, y vosotros no reaccionáis ante esto.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, ¡Oh cuán grande es el sufrimiento que llevo en Mi Corazón por esta generación, que se escapa de las Manos de Mi Hijo y de las Manos de esta Madre como agua entre los dedos!
Estáis acostumbrados a no pensar, a no discernir, a no tomar conciencia, a no pensar en las consecuencias de vuestros actos porque camináis en masa; así se os ha colectivizado para que sea la mayoría la que os domine y os arrastre, pero vosotros, ¿no pensáis en la Vida Eterna o en el sufrimiento de las llamas del infierno? - y lo digo incluso contra los que dicen que el infierno no existe, que se experimenta en la Tierra, pero los dolores de la Tierra no son comparables a los del infierno, y la Misericordia Trinitaria es infinita, pero es justa y perdonará a los que se arrepientan; no perdonará a los que en su vida consientan libremente en pecar y actúen contra las Leyes Divinas. Sobre esto debéis ser claros.
¡Oh hombres de esta generación!
¡Cómo os rebeláis continuamente!
¡Cuántos pecados de Mis hijos saldrán a la luz, trayendo gran dolor a la Iglesia de Mi Hijo!
Cuánto pecado hay en los pasillos de las Iglesias, y sé que algunos de Mis hijos dirán: «¡Perdónalos, Señor!», pero vosotros sois templos del Espíritu Santo y...
¡Cuánto pecado veo continuamente en los pasillos de vuestras vidas cuando no amáis a vuestro hermano, pero principalmente cuando quebrantáis la Ley de Dios!
Se están produciendo grandes alianzas en el mundo y olvidáis la Revelación que os dice que es cuando se hacen grandes alianzas cuando os encontraréis más cerca de las grandes tribulaciones. (1 Tes. 5.3)
Hijos, no estáis pensando en una Tercera Guerra Mundial porque veis una paz aparente, pero la Tercera Guerra Mundial comenzó hace tiempo y avanza sigilosamente, de un lugar a otro, enardeciendo a los hombres, levantando las llamas de la guerra.
Hijos míos, con la tenacidad con que prestáis atención a los servicios meteorológicos cuando os advierten de grandes ciclones que se acercan a vuestros países, ¡preparaos para salvar vuestras almas! ¡Cuántos de los que perecen pierden la Vida Eterna!
Debéis Prepararos Materialmente, Pero Antes... ¡Preparaos En El Espíritu! ¡Venid A Mi Hijo Y Vivid En Paz Con EL!
Intercedo por vosotros, porque dais mucha importancia a las cosas del mundo y olvidais lo principal. Tal vez porque en las homilías no habéis oído que tenéis un alma y lo que es el alma...
Tal vez porque no te han advertido de los cambios que sufrirá la humanidad...
PERO YO, como enviada de la Santísima Trinidad, vengo a vosotros para advertiros por Voluntad Divina, para que discernáis sobre vuestras vidas, vuestro trabajo y acción diarios, y así logréis salvar vuestras ALMAS.
Hijos míos, ¡cómo desprecia el hombre la vida! Cómo el hombre se ha convertido en verdugo, cómo la mujer consiente en matar a un niño!... Tal es la Divina Misericordia que la Santísima Trinidad ha esperado para no derramar completamente el Cáliz sobre la humanidad, y sin embargo el hombre, sintiéndose Dios, mata a una criatura indefensa. ¿Dónde está el corazón del hombre? No os pregunto por la mente o el pensamiento, sino por el corazón de piedra que se ha envilecido contra sí mismo.
Hijos Míos, Recapacitad, Y Que Cada Uno De Vosotros Sea Portavoz De Esta Madre. Llevad Esta Palabra A Vuestros Hermanos Y Hermanas, Sed Hijos Valientes. Hablad Del Amor Misericordioso De La Santísima Trinidad Y De Esta Madre A Aquellos Que, Conociendo Ese Amor, Han Decidido Renunciar A Él Para Continuar En Los Placeres Del Mundo Y De La CARNE.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, veréis renacer el sol, el Sol de la Divina Voluntad renacido y puesto en la vida de cada uno de vosotros para sosteneros cuando sea necesario. No todo es penuria: Mi Hijo es libertad, es amor, es frescura, es viento que sopla y refresca cuando el calor es agobiante, es agua cristalina que apaga la sed, es dulzura infinita, incluso en medio de las penas.
MI Hijo Te Cubre, Te Acuna En Sus Brazos, Mi Hijo Es Plenitud Infinita, Por Eso Camina A Su Encuentro. Os Amo A Todos Y Quiero Veros A Todos Vestidos De Blanco, Caminando Juntos Con Mi Hijo Sin Ningún Pecado, Y Esto Es Posible Si Decidís Vivir Para ÉL (cf. Ap 3,5).
Bendigo vuestros sacramentales, bendigo el camino de cada uno de vosotros y de vuestras familias.
Bendigo vuestros corazones y los de cada uno de vuestros familiares.
Bendigo a todos los enfermos, para que en la enfermedad puedan encontrar el amor cuando se ofrece por la salvación de las almas.
Bendigo a los que están en tribulación, a los que desesperan, para que ofrezcan todo a Dios por la salvación de las almas y vean las situaciones de la vida con otros ojos.
COMO MADRE TE BENDIGO Y CON MI CORAZÓN INMACULADO TE PIDO QUE REZES A MI HIJO PARA QUE ENVÍE SU ÁNGEL DE PAZ. (2)
Madre María
SALVE María Purísima, Concebida Sin Pecado SALVE María Purísima, Concebida Sin Pecado SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO
Origen: ➥ www.RevelacionesMarianas.com
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