viernes, 19 de abril de 2019

Mensaje de San Miguel Arcángel

A Luz De María. Viernes Santo.

PUEBLO DE DIOS Que Permaneces En El Río De Agua Y Sangre Que Emana Del Costado De Nuestro Rey Y Señor Jesucristo (cf. Jn 19:34)

¡Cuántas heridas hay en el Santísimo Cuerpo de Cristo, Rey del Universo!

¡Cuánto Amor por la criatura humana!

¡Cuánto sufrimiento por ser continuamente incomprendido por esta generación!

¡Cuántas heridas sufre constantemente nuestro Rey y Señor, causadas por aquellos que no Le sirven con el corazón, enterrando su conciencia para no sentir molestias!

¡Cuántas heridas hay en el Cuerpo Divino de nuestro Rey y Señor Jesucristo a causa de haber sido expulsado por Su propio Pueblo!

¿No es esto un anticipo de la purificación del Cuerpo Místico de Cristo?

El PECADO Emerge Con Poder, E Instantáneamente Viaja Por Toda La Tierra Debido A Los Medios De Comunicación De Masas. Con esa misma intensidad, todo lo que es impropio llega instantáneamente al camino del hombre, transformando su mente, a través de la voluntad humana, en un sumidero pútrido de acciones y obras demoníacas de todo tipo.

La humanidad recibe eufóricamente a nuestro Rey y Señor Jesucristo y a nuestra Reina y Madre y luego, en el mismo estado emocional, los deja instantáneamente de lado, relegándolos al último lugar. La Palabra Divina de Cristo es arrojada a la basura; así actúa la humanidad ciega, que no da crédito a los signos o señales de este instante: no me refiero sólo a los que se consideran Iglesia, sino a toda la humanidad, que ha perdido el apetito por lo Divino y niega al Espíritu Santo, contristándolo y perdiendo así la filiación Divina (cf. Mt 12,31-32).

NUESTRA Reina y Madre mira con dolor al pueblo de su Hijo, a sus hijos, a cada uno de vosotros, y sufre por la desobediencia y el rechazo de aquellos a quienes recibió al pie de la CRUZ (cf. Jn 19,26). Jn 19:26) Nuestro Rey y Señor Jesucristo es vitoreado y luego condenado instantáneamente a la Cruz por Su propio Pueblo que se ha encadenado al Diablo y en él al pecado, al orgullo, a la soberbia, a la avaricia, por lo que rebosa dureza de corazón hacia los que sufren. Por tanto, ¡que se prepare la humanidad! El sufrimiento se acerca y sacudirá a todos.

LAS Legiones Celestiales Permanecen Atentas A La Palabra De Uno De Los Hijos De Dios Que Con Un Corazón Contrito Y Humillado Solicita Nuestra Protección Y Cobijo En La Lucha Contra Los Espíritus Del Mal Que Están Ensuciando La CASA De Dios . El Diablo Ha Sido Recibido Con Gran Reverencia, Y La Humanidad Se Enorgullece De Su Degradación. Antes de la llegada de Nuestro Rey, la humanidad debe ser purificada: cada ser humano pasará por el tamiz de sus propios pecados, siendo éste tan feroz que algunas personas serán incapaces de seguir viviendo. La humanidad continúa como si no pasara nada; ¡cómo lamentaréis no haber sido obedientes, no haberos nutrido de la explicación que el Cielo os concede en cada Revelación!

Vosotros, los llamados:

Alimentaos, no crezcáis desnutridos espiritualmente...

Fortaleceos en Cristo, Rey del Universo y caminad con determinación...

Tomad la barca, salid al mar con firmeza, confianza y seguridad en la llamada a formar parte del remanente fiel...

Pueblo de Dios, nuestra Reina y Madre, vuestra Reina y Madre será relegada a un lugar muy pequeño dentro de la Iglesia, en detrimento de la Madre. Planean reducir la fuerza del Pueblo de Dios, en instantes en que reinará por doquier la confusión generalizada.

Con espada de doble filo, el Diablo está desencadenando la confusión en el Pueblo de Dios, sembrando resentimiento, división, orgullo; sopla a través de la mente del hombre, sabiendo que el hombre quiere libertad -pero la libertad es sabiduría, no libertinaje, y para ser libre primero debes abrazar la Fe.

No perdáis la Fe, seguid siendo los que adoran a nuestro Rey y Señor Jesucristo: mirad más allá, hacia donde sólo pueden mirar y ver las bendiciones los que mantienen su seguridad en el cumplimiento de la Palabra Divina y son fieles a Ella.

¿QUIÉN ES COMO DIOS?

San Miguel Arcángel

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO