Revelaciones Marianas a Luz de Maria, Argentina

 

viernes, 24 de mayo de 2019

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

Para Luz De Maria

 

Pueblo Mío:

Mi Amado Pueblo, Yo no os abandono cuando más asediados estáis por el Diablo. Al contrario, os protejo y envío a Mis Ejércitos Celestiales para la SALVACIÓN de una sola Alma, pero esa Alma debe querer ser salvada y estar dispuesta a ser RESCATADA.

Esto no implica que Mi Pueblo no sufra por su propia purificación, no implica que disfrutéis del Cielo por adelantado. Junto con toda la humanidad, Mis hijos pasan por el tamiz de las pruebas y salen triunfantes.

La humanidad ha sido puesta a prueba y ha sufrido pruebas innegables a causa de la debilidad en la Fe y de la pronta acogida que ha ofrecido al Diablo. La estrategia del Diablo ha vencido a Mis hijos y éstos han caído en las garras de la envidia, mala consejera al inducirles a querer alcanzar Mi Voluntad sin pasar por este «Divino Escultor».

La batalla entre el «Bien y el Mal» ha existido y, sin embargo, el hombre es incapaz de retener su experiencia, sino que continúa sufriendo por su propia desobediencia.

Mi Pueblo ve los acontecimientos históricos en miniatura, y los que viven en este instante en que la persecución del Diablo se extiende por toda la Tierra, esforzándose por que las almas se pierdan, ven Mi Palabra y la de Mi Madre desatentamente y sin conciencia.

Veis la punta del iceberg sin procesar la profundidad de lo que vivís actualmente y de lo que viviréis en el futuro; se os habla de acuerdos de paz y no visualizáis lo que Mi Palabra anticipa para que os despertéis antes de la tormenta. La desobediencia vuelve ciegos y sordos a Mis hijos, la astucia del Diablo enturbia vuestro pensamiento para que, como ríos de lodo, los Míos se contaminen y padezcan graves enfermedades espirituales.

Esta plaga que se apodera de los Míos en esta etapa de la historia de la humanidad está totalmente dirigida a pervertir la mente del hombre para que la conciencia se derrumbe y el caos se apodere de Mis hijos, quedando como barcos a la deriva.

La Tierra ha cambiado de eje, el magnetismo la está llevando en otra dirección, lo que está causando grandes e inesperados efectos en la Tierra, en el hombre, en toda la naturaleza. Lo mismo ocurre con Mis hijos: el magnetismo que genera el mal hace que la humanidad cambie su pensamiento, sus gustos, sus deseos, sus intenciones y sea una criatura totalmente diferente de un instante a otro. Mi Pueblo no ve la profundidad del enfrentamiento del bien y del mal, ni mira con preocupación la proliferación de normas contrarias a Mí en todo lo que pueda representarme, no ve las agendas pestilentes de pecado que se aprueban en las naciones, no ve cómo poco a poco, con gran diplomacia, voy siendo sacado de Mi Casa, de las Iglesias - pero más grave es cómo, por voluntad humana, el hombre me va apartando de su vida.

«Tomad, pues, la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día aciago y permanecer firmes después de haberlo vencido todo» (Efesios 6: 13).

Mi Pueblo está viviendo la gran Batalla universal profetizada entre «el bien y el mal» y no quiere creerlo. Muchos de Mis hijos han abrazado al Diablo, sus perversiones, sus caminos de inmoralidad extrema, de muerte, que les llevan a perder el alma si no se arrepienten. Olvidando la Ley Divina, se atreven a profanar lo que es de Mi Casa, cometen actos sacrílegos para satisfacer al Diablo. Este cúmulo de maldad contiene en sí la fuerza de la propia acción y obra del Diablo y, al no ser firmes en la Fe, no podéis ser inamovibles.

Alimentaos de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, orad y sed Mi Amor, Mi Misericordia y Mi Esperanza para vuestros hermanos y hermanas.

«Mi Reino no es de este mundo» (cf. Jn 18, 36), Mi Reino pervivirá por los siglos de los siglos.

Mi Pueblo debe conocer las Profecías que Mi Madre y Yo les hemos dado para que no os encontréis dormidos.

Mi Amado Pueblo, no debéis dejar que pase desapercibido lo que está sucediendo en la Tierra; los signos y señales son anuncios para que despierten los que están dormidos.

Mi Madre prepara Mi Segunda Venida y Ella, por Su Mano, traerá a Mi Ángel de la Paz (1) a Mis Hijos para que os dé Mi Amor, Mi Guía y os sostenga. Entonces los incrédulos verán a Mi Ángel de la Paz y Le escucharán y recobrarán la esperanza. Mi Madre: Puerta del Cielo, Estrella de la Mañana, Sol que nunca se oscurece, por orden de Nuestra Santísima Trinidad, es el Arca de la Salvación en los últimos tiempos. Mi Madre Me llevó en Su Vientre y ese Vientre Bendito será el que conduzca a Mi Pueblo hacia Mí.

Orad hijos Míos, orad por Occidente, se ha contaminado y Me desobedece.

Rezad hijos Míos, rezad para que resista hasta el final.

Rezad hijos Míos, rezad por Canadá, lo inesperado llega a esa nación.

Amado Pueblo Mío, ¡despertad! Mi llamada es urgente, no durmáis.

¡Yo Prevaleceré! (Mt 16,18).

Yo os bendigo.

Vuestro Jesús.

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO

(1) Revelaciones sobre el Ángel de la Paz ...

Origen: ➥ www.RevelacionesMarianas.com

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