sábado, 15 de junio de 2019

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

Para Luz De Maria

Mi Pueblo Amadísimo:

Os bendigo a cada instante, en cada paso que dais, por cada palabra que pronunciáis, para que Mis hijos comprendan que deben acercarse a Mí.

AMADOS HIJOS, necesitáis confiar más en Mí, para que no seáis cautivos de los asuntos del mundo y toméis caminos equivocados.

Una gran parte de la humanidad está en convulsión extrema, sumida en el hedor del pecado, Yo les desagrado, Me repudian con actos dolorosos contrarios a Mi Voluntad.

Mi Palabra para vosotros es de alerta espiritual; necesitáis crecer urgentemente ante los acontecimientos acelerados a los que os enfrentáis, y si no habéis crecido espiritualmente, sois vulnerables como las velas de un barco.

Me encuentro ante la humanidad pecadora; estoy aquí con Mi Misericordia y acojo a todo pecador que esté verdaderamente arrepentido, que haya confesado sus pecados, por graves que sean, y que mantenga la voluntad de enmendar su camino. Os llamo a volver a Mí y a no envileceros con el pecado.

HIJOS MÍOS, sois tan necios que sois incapaces de compenetraros con Mi Voluntad, puesto que os demoráis en recoger migajas y no me escucháis a Mí, que os llamo a crecer, a dejar a un lado las pequeñeces del mundo y a abarcar la grandeza que os ofrezco para que escaléis las alturas de Mi Amor, de Mi Bondad, de Mi CARIDAD.

Vengo a vosotros en busca de almas fuertes, firmes, decididas a continuar por Mis Caminos sabiendo que hay un gran número de Mis hijos que se han comprometido con el demonio, al que sirven sin pensar.

Mi pueblo tiene que ser fuerte y estar convencido para que nada ni nadie le haga vacilar, ya que las legiones del mal tienen como objetivo la perdición de las almas. Por eso, con grandes atractivos os presentan todo lo que es contrario a Mi Voluntad y así os cautivan para que seáis vosotros los que Me ofendáis renunciando a seguirme, siendo desobedientes, faltando al amor al prójimo y tolerantes con las graves ofensas que los seres humanos cometen contra Mí.

Es en este instante cuando el hombre no sólo extiende su intolerancia por toda la Tierra, sino que coopera para que las naciones mantengan constantes amenazas a través de palabras y desafíos sobre armamento, economía y todo tipo; es cuando los intereses de la guerra se mueven en la antesala de la humanidad, bajo la sombra de la verdad que oculta la guerra.

Pueblo mío, un gran sufrimiento se cierne sobre la humanidad: las enfermedades que creíais erradicadas volverán para atemorizaros, pues en estos tiempos se expanden con gran rapidez.

Hijos, es necesario que permanezcáis obedientes a Mi Ley, que seáis firmes en la Fe para que no sigáis los pasos de tantos que pierden la fe en Mí y rechazan a Mi Madre.

Orad, hijos, es necesario que oréis y que veáis los frutos de esa oración, el producto del crecimiento espiritual.

No os distraigáis, orad con el corazón; Yo os asisto.

Orad hijos Míos, orad por Centroamérica, la tierra tiembla y Mis hijos sufren.

Orad, hijos Míos, la desgracia llega a las naciones en las que se aprueba la matanza de los inocentes y en las que se rebelan contra la naturaleza del género humano establecida por Mi Padre.

Orad, hijos Míos, Mi Iglesia está en convulsión, desviándose, viendo cómo se distorsionan Mis Mandatos, provocando la destrucción de las almas.

Orad, hijos Míos, los Estados Unidos tiemblan, el mar se agita.

Amado Pueblo Mío: sin estar satisfecho, el Diablo se mueve en busca de venganza contra los hijos de Mi Madre. Cómo sufro por los sacrilegios que cometéis contra Mí. Lo que ignoráis, porque eso es lo que queréis, es que el mal crece con estos actos y ¡os limitáis espiritualmente!

Es necesario que Mi Iglesia impida el rechazo a Mi Madre. Si continúa aceptando este grave error, Mi Iglesia se enfrentará a una gran confusión y decadencia. Algunos de Mis Sacerdotes prohíben a Mi Pueblo la devoción a Mi Madre.

Ante esto, la naturaleza misma grita al hombre que no aparte a Mi Madre de su vida, y ante esta negación, las aguas se agitarán con fuerza y el lamento del hombre será grande. Hasta que le deis a Mi Madre el lugar que Nuestra Santísima Trinidad le ha asignado como Madre Mía y Madre de Mi Pueblo. (cf. Mt 1,18; Jn 19,25-27)

Amados hijos, pueblo Mío, no sigáis en el error, no sigáis matando a los inocentes, no seáis perversos contra los que aún no pronuncian palabras; el hombre es hombre, la mujer es mujer (cf. Gn 1, 26-28), ésta es la naturaleza humana que con gran arrogancia niegan los que más tarde, en medio de grandes lamentos, gemirán entre gritos de horror y espanto.

BASTA YA Del Hombre Que Es Espectador De Los Errores De Sus Compañeros; Despertad, No Seáis Imitadores Del Pecado, No Seáis Seguidores Del MAL.

Mi Amor no es opaco, sigue brillando, el ser humano es quien debe buscar Mi Amor.

Yo Soy Quien Soy, ¡Yo Soy Tu DIOS ! (cf. Ex 3,14).

Yo te bendigo

Vuestro Jesús

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO

SALVE María Purísima, concebida sin pecado