martes, 24 de diciembre de 2024

Siendo Navidad, Debo Decirte La Verdad Y Pedir Oraciones

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María el 23 de diciembre de 2024

Mis amados hijos

Os doy Mi Sagrado Corazón para que entréis en él y os permitáis poseer un Corazón de carne.

¡Es Urgente Que Os Convirtáis, Debéis Entender Que Para Cada Uno De Vosotros Es Urgente Que Os Convirtáis!

Deseo Que Al Acercarse Mi Nacimiento

Me Ofrezcáis Oro, Incienso Y Mirra (cf. Mt. 2:11):

El Oro De La Humildad.

El Incienso Del Amor Hacia Mí Y Hacia Mi Prójimo.

La Mirra Del Deseo De Salvar El Alma.

Mis amados hijos, os invito a tomaros en serio Mis Llamadas a un cambio radical en vuestros actos y acciones, de una vez por todas. Lo que estáis a punto de experimentar es extremadamente grave y si no permanecéis en el camino de la conversión, os enfrentaréis a una oscuridad total ante todo lo que os espera. Preparaos espiritualmente y haceos dignos de recibir los Dones que Mi Divina Voluntad desea compartir con cada uno de vosotros.

Pensad Hijos Míos: manteneos atentos a lo que sucede; no penséis nunca que lo sabéis todo porque no es así, pero debéis ser más observadores de los signos y señales que suceden ante vosotros.

Mis amados:

Sois Mi Tesoro, por eso os busco, no deseo que os perdáis.

La preparación en todos los aspectos es muy importante, por eso os invito a mantener impresas estas Llamadas Mías ante la inminente gran oscuridad que se cierne ¡Ahora! ante vosotros.

La Tierra sigue estremeciéndose fuertemente incluso donde no suele estremecerse.

La guerra es la gran locura humana, la gran locura de los que se sienten con derecho sobre todo, incluso sobre Mis hijos. Veréis las noticias de las armas ocultas y la humanidad conocerá el dolor.

Siendo Navidad, debo deciros la Verdad y pediros oración:

Rezad hijos Míos, rezad por vosotros para que con fe os enfrentéis a las Profecías.

Rezad hijos Míos, rezad, la humanidad recibirá una Gran Señal, que al mismo tiempo será una lección inolvidable.

Orad hijos Míos, orad en esta fecha de Mi Nacimiento; dad a los más necesitados alimento con una cita del Evangelio que alimente sus almas.

Rezad hijos Míos, rezad sin descanso amando al prójimo, cambiando vuestros actos y acciones: el que no ame, que ame a sus hermanos; el que no comparta, que comparta; el que sea engreído, que sea humilde; el que no escuche, que aprenda a escuchar.

Rezad hijos Míos, rezad, la humanidad debe mantenerse preparada como si el despertar y el cumplimiento de las Profecías estuvieran ante vuestros ojos.

Ved lo que otros no ven, sed Mis hijos, mirad hacia arriba, no os mováis en lo mundano.

Rezad hijos Míos, rezad, rezad, tantos países necesitan vuestras oraciones; rezad por toda la humanidad y mirad los cambios que se están produciendo ante vuestros ojos.

Rezad hijos Míos, rezad, la realización viene acompañada de Mi Amor.

Rezad hijos Míos, rezad, Yo os amo y os tengo en la Palma de Mis Manos.

Os bendigo con Mi Amor.

Os bendigo con Mi Corazón.

Os bendigo para despertaros y manteneros en la fe.

Os amo.

Tu Jesús

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

Comentario Por Luz De Maria

Hermanos:

Ante este Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo debemos doblar las rodillas y buscar a nuestro prójimo para ayudarlo, no sólo con el alimento material, sino con el alimento espiritual.

Tenemos el deber de ver más allá como nos dice Nuestro Señor Jesucristo, no quedarnos en la periferia y que lo que venga nos encuentre desprotegidos. Seamos criaturas de paz y de respeto a Cristo y a Nuestra Madre Santísima y a nuestros hermanos, no todos somos iguales y tenemos que respetarnos.

En este momento debemos tener en cuenta que un signo no es lo mismo que una señal, no es lo mismo. Una señal es algo que ocurre ante un cambio en lo que estamos acostumbrados a vivir. Las señales nos dicen que algo se acerca, la señal es un indicador de que algo ya se acerca. Por tanto, sigamos vigilando y sabiendo distinguir.

Hermanos, adoremos al Niño Jesús en el Pesebre hoy, mañana y siempre.

Amén.