lunes, 21 de enero de 2019

¡Esta es Mi promesa para ti!

- Mensaje nº 1205 -

Hija mía. Mi querido hijo. Se acercan tiempos difíciles para Nuestros hijos humanos, por eso es tan sumamente importante que mantengáis la oración.

La oración os protege, y os mantiene en la fe y en la esperanza, de la persecución y del maligno , porque aquel de vosotros que ora, Yo, vuestro Jesús, estaré a su lado. El que reza no se perderá. El que reza permanecerá siempre en el camino hacia Mí.

Pero, amados hijos, debéis mantener vuestra oración, es decir: debéis orar por lo que os hemos pedido en estos mensajes , y debéis orar por vuestra claridad espiritual.

Hay mucha confusión en vuestro mundo, y a pesar de tantas «conexiones», intrigas, mentiras y «enredos» que salen a la luz, ¡Nuestros Hijos No Tienen La Claridad!

Por lo tanto, rezad pidiendo claridad al Espíritu Santo y rezad pidiendo guía y comprensión . Yo, tu Jesús, te escucho, y me apresuro en tu ayuda , SI ME LO PIDES! .

Muchos niños no rezan o rezan poco, y muchos otros rezan tibiamente, es decir, no creen en el poder de la oración, ni rezan con fervor de corazón, con intimidad. Amados hijos que sois: La oración «dicha con fervor» no producirá el efecto deseado. Es tibia y, por tanto, carece de valor. En cambio, una oración pronunciada en la intimidad pone en marcha el «cielo». Llega hasta Nosotros en amor y piedad, en reverencia y devoción , y estas virtudes deben conservarse y vivirse , hijos Míos.

Un alma humilde que se siente pequeña ante Mí, ante su Salvador, Me apresuro a ayudarla. Envío a Mis ángeles hacia ella, y Mi ayuda le será concedida. A un «alma» que es orgullosa, piensa y actúa egoísta y altanera y se siente exaltada, se lo digo: No puedo apresurarme a tu lado, porque tu orgullo te lo impide. Tu egoísmo bloquea el camino a Mi ayuda y tu arrogancia, tu altivez no Me permiten obrar en tu corazón.

Hija mía. Así que ahora di a los niños que recen con fervor y devoción, con amor en sus corazones y piedad, porque sólo la oración de un alma piadosa dará fruto, pero los que Me muestran frialdad, tibieza, egoísmo y altivez no darán fruto.

Así pues, orad, hijos Míos, orad y tened siempre presente que Nosotros acortaremos el final. Esta es Mi promesa para vosotros: El final llegará pronto, pero será breve. Amén.

Con profundo y sincero amor,

Tu Jesús, Quien Yo Soy.

Redentor de todos los hijos de Dios y Salvador del mundo. Amén.

Rezad, hijos Míos, rezad, pues el tiempo que os queda es corto, muy corto, y las maldades planeadas por el maligno os traerán terror y sufrimiento si no rezáis. Amén.

Vuestro Jesús.