domingo, 12 de mayo de 2019

¡Llegará el día del juicio final!

- Mensaje nº 1212 -

Hija mía. Es triste ver cuán pocos niños se interesan por Nuestra Palabra. No la escuchan porque no quieren cambiar. No prestan atención a lo que Dios Padre quiere, y ha registrado en Sus 10 Mandamientos a través de Moisés, grabados en piedra, y no se preocupan de obedecer estos mandamientos, ni de guardar la memoria de Mi Santísimo Hijo, vuestro Jesús.

Es un triste estado de cosas en y sobre vuestro mundo, y el Padre no lo tolerará por mucho tiempo.

A quien no guarde la palabra escrita, a quien no honre a Mi Hijo y a los Niños, a quien profane y extravíe a los demás, que se le diga esto: llegará el día del juicio final y tendréis que dar cuenta de lo que hicisteis y de lo que omitisteis.

Cuida, pues, de tu prójimo y honra al Señor, porque sólo a través de Jesús encontrarás la salvación, sólo a través de Jesús llegarás al Padre. Sólo a través de Él alcanzaréis la vida eterna y la salvación, sólo a través de Él, hijos míos, ¡sólo a través de Jesús!

Así que escuchad Nuestra Palabra en estos mensajes, obedeced los mandamientos del Padre y preparaos para vuestro Salvador.

El aviso es inminente, amados hijos que sois, y llegará cuando menos lo esperéis. Por tanto, estad preparados para Jesús y para este acontecimiento tan maravillosamente misericordioso que iluminará vuestra conciencia y os acercará mucho a Jesús, si estáis preparados para ello. Será maravilloso para quienes hayan dado su Sí perfecto a Jesús, honestos y sinceros y vivan en la gracia y el amor del Señor.

Para aquellos de vosotros, sin embargo, en los que esto no sea así, a vosotros sea dicho:

Utilizad el tiempo que os queda y preparaos, porque un alma preparada se acercará mucho al Señor, tendrá una experiencia profunda, divina, en el mayor gozo y dicha, que las palabras apenas pueden describir.

A los no preparados de entre vosotros, que estáis llenos de pecado, os lo digo:

Difícilmente sabréis soportar estas energías divinas, porque vuestra alma no es pura. No conocéis esta energía divina de vuestra tierra, y sólo la soportan los que se han preparado de verdad.

Por desgracia, también hay quienes han legado su alma al diablo. Estas almas tienen dentro «una piedra negra» en lugar de su alma.

Así que rezad, amados hijos que sois, rezad y pedid que se acorte y mitigue el último tiempo. Yo, vuestra Madre del Cielo lo pido por vuestro bien, por vuestra salvación. Amén.

Os quiero mucho.

Tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Con Jesús, el Padre del Cielo, los santos y las huestes angélicas aquí reunidas. Amén.

Nunca tengáis miedo, amados hijos que sois, pues el que está verdaderamente Conmigo no tiene nada que temer. Mi Padre y Yo cuidaremos de él incluso en los días oscuros.

Así que rezad, rezad, rezad, pues cuanto más recéis, más gracias y misericordia obtendréis para el mundo. Vuestra oración os mantiene fuertes y os mitiga.

Rezad, hijos míos, rezad.

Vuestro Jesús con Dios Padre. Amén.