domingo, 21 de julio de 2019

¡No aceptes estas frecuencias destructoras de células!

- Mensaje nº 1221 -

Hija mía. Di a la humanidad que su oración es extremadamente importante . Es más necesaria que nunca, porque los malvados planes de los que adoran y rinden homenaje al demonio se están llevando a cabo con gran rapidez.

¡En ningún momento de vuestra bola terrestre hubo tanta crueldad, inmoralidad, aberración y seducción en toda la zona!

Vuestros hijos están siendo educados con tecnologías creadas y comercializadas por El Otro Lado, es decir, por quienes quieren controlaros y esclavizaros -cosa que ya están haciendo, y que no hará sino empeorar hasta el punto del control y la esclavitud totales en los términos más crueles (¡!)- para vosotros. Muchos de vosotros no sois conscientes de ello. Sólo veis lo que es o puede ser «ventajoso» para vosotros y -al aceptar, comprar y utilizar estas tecnologías- os entregáis cada vez más en manos del mal y de su grupo de élite mundial de difusión y trabajo, cuyos secuaces se encuentran en todas las clases profesionales.

Niños, ¡despertad ! ¿No veis el juego malvado que se juega con vosotros y con vuestros hijos? ¿No lo veis, o estáis demasiado cómodos para hacer algo al respecto?

¿Cómo podéis exponeros a vosotros mismos y a vuestros hijos a tecnologías tan nocivas -nocivas en todos los niveles de vuestra existencia (!)- y gritar pidiendo más y más, más y más nuevas?

Es un enorme negocio que financiáis dejándoos arrastrar por todo ello, comprándolo, utilizándolo, ¡ya sean aparatos o conexiones/redes!

Ya os habéis convertido en personas «de cristal», ¡y ahora os hacen enfermos y manipulables, gracias a la transmisión de datos más rápida posible! ¡Manipulables en vuestro comportamiento directo! En vuestros sentimientos, en vuestra conciencia, en vuestros pensamientos, hijos míos, ¡en vuestra existencia!

¡Levantaos! ¡Levantaos! ¡No aceptes estos aparatos y frecuencias destructores de células que pueden manipularte e influirte en todos los ámbitos! Levantaos y decid: ¡NO!

Debéis rezar, hijos míos, para que se ponga fin a todo el mal y a la miseria -que vosotros mismos suscitáis con vuestro uso y comportamiento comprador (!)-. Sólo Dios, el Altísimo, puede poner fin. Sólo Dios Padre , Padre Nuestro de todos, Creador de todos los hijos humanos, tiene el poder de hacerlo.

Así que rezad, hijos míos, rezad a Dios Padre, para que acorte y mitigue el tiempo del fin, pues el que no reza perecerá, el que no reza perecerá, y si vosotros, amados hijos, no rezáis, también os apartaréis del camino hacia Jesús.

¡ Rezad, pues , para que perseveréis! ¡Rezad para que os fortalezcáis! Rezad, para que el tiempo del fin se acorte y se mitigue al Padre que está en los cielos, que os escuchará a todos vosotros, amados hijos que sois, si le rezáis a Él, al Altísimo y Todopoderoso. Amén.

Os quiero mucho, amados hijos que sois. Uníos en la oración y permaneced fuertes, hijos Míos. La oración es el arma más poderosa que tenéis. Amén.

Con profundo amor.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.