miércoles, 26 de agosto de 2020

¡Advierte a la humanidad!

- Mensaje nº 1252 -

Hija mía. Mi querido hijo. Te hemos llamado hoy aquí. Así que escucha y céntrate enteramente en Mí, en tu Jesús que te ama, porque los tiempos en los que vives se están volviendo cada vez más pesados, y sólo un alma que esté verdaderamente Conmigo, con su Jesús, se salvará de la desesperación y de otras cosas.

Así que sed y permaneced fieles a Mí, hijos amados que sois, porque el Anticristo está aquí. El tiempo de confusión será malo, pero no temáis. Aquel que sea verdaderamente devoto a Mí, fiel, obediente y puro, no caerá presa de la confusión, pero debéis estar Conmigo, con vuestro Jesús, y vivir de acuerdo con Mi palabra, pues aquel que se precipite tras los falsos, ore y obedezca en su causa, que se le diga: No es el hombre tu Señor, sino Yo, tu Jesús, y Yo vigilo a los que son fieles sólo a Mí, es decir, no escuches a los que corren de un lado a otro, pues te mienten y te engañan, ¡y lo hacen en Mi nombre!

Así pues, estad y permaneced vigilantes, pues el que viene y ya está aquí ¡No ha sido enviado por Mí ni por Mi PADRE! Permaneced vigilantes, pues Yo, vuestro Jesús, no voy a venir a vosotros en carne y hueso. Mi segunda venida será, ¡pero no habitaré entre vosotros como un hombre de carne y hueso! Así que permanece vigilante y aprende a discernir: El que ascendió al trono y no lo tomó, y el que ascenderá al trono, ¡no es enviado de Mi Padre! Ni el que ya está entre vosotros, ni el que está allí y os será dado a conocer. Así pues, ¡escuchad Mi Palabra, pues Mi Palabra es santa y es la verdad! Aprende a discernir y no sigas ciegamente a los que dicen ser Yo y los Míos, ¡pues no lo son! ¡El diablo los ha enviado para descarriar y corromper a Mis hijos!

Así que estad y permaneced vigilantes, ¡porque el juego diabólico ha comenzado! Vosotros lo veis, vosotros lo vivís, ¡pero tantos no quieren verlo y no quieren admitirlo! No busquéis el camino más agradable para vosotros , ¡pues eso no es lo que agrada a Dios! ¡Tenéis que rezar! ¡Debéis luchar! ¡Debéis permanecer siempre en el amor a Mí y a vuestro prójimo! ¡Llamad al Espíritu Santo para que os aclare y os guíe! ¡Sólo Él puede salvaros de la mayor tentación!

¡Escucha Mi Palabra, pues es santa! Encontrad vuestro camino hacia Mí , hijos amados que sois, y examinaos : ¿estáis libres de culpa y de carga? ¿Estáis arrepentidos, expiados y expiatorios? A quien no se arrepiente de sus pecados, ¡no puedo perdonarle! Quien no reconoce sus pecados, ¡todavía está lejos de Mí, de su Jesús! Quien no confiese, expíe y se arrepienta, ¡lo pasará mal en el día de la advertencia! Quien no se encuentre completamente a Mí, a su Jesús, ¡se perderá en el fango del mal!

La desesperanza y la tribulación se extenderán sobre toda la humanidad, ¡quien no esté verdaderamente Conmigo, con su Jesús! ¡Sólo la «élite», los títeres de Mi adversario, reirán alegre y satánicamente! Disfrutan con todas sus maldades, ¡pues se han vuelto hacia el diablo! Tantos han caído en su red, y, Para Mantener la Posición y la Vista, se meten cada vez más profundamente en esas redes que se contraen y enredan, ¡sin salida!

Hijos, ¡qué os estáis haciendo! ¿No habéis aprendido que Todo lo que no procede de Mí, de vuestro Jesús, que Soy el Hijo de Dios, es pasajero? Nada os llevaréis con vosotros, pero dolorosamente sufriréis, pues es grande el tormento de alma que os espera, ¡y el tormento de alma será infinito para muchos de vosotros!

¡Despertad y liberaos! ¡Qué es el prestigio, qué es la riqueza de los bienes terrenales, sino transitoriedad! ¡Volveos a Mí, vuestro Jesús, y convertíos! ¡No es demasiado tarde!

Por el amor, el amor misericordioso Mío y del Padre hacia vosotros, hijos amados que sois, seréis dotados de la mayor gracia del Cielo en el mundo, ¡una gracia, un don de misericordia que nunca ha habido antes! ¡ Preparaos para ello y purificaos! ¡Para ello debéis apartaros del demonio y del pecado y venir a Mí, a vuestro Jesús! ¡Sólo un alma pura, purificada y arrepentida podrá soportar Mi presencia! ¡No es demasiado tarde! Si os apartáis de Mí, en este día de gracia para toda la humanidad, ¡estaréis perdidos para siempre!

¡Así que preparaos, porque la agonía de las almas será grande! El abandono, el miedo, el dolor, ¡difícilmente soportables para los que no están verdaderamente Conmigo! Buscaréis la muerte, ¡pero para muchos no estará allí! Así que debéis pasar por el dolor, el abandono, la «nada» y luego, como último acto de Mi misericordia, ¡convertiros! Si no lo haces, el demonio te robará. Volverás a ejercer el poder durante un breve periodo de tiempo, a gran y/o pequeña escala. Esto lo harás en particular sobre aquellos que son verdaderamente fieles y devotos a Mí. Pero serán vuestros últimos alientos y esfuerzos para atormentar a Mis hijos, porque la mano del Padre se apresurará sobre la tierra, ¡y lo que vendrá entonces os es conocido! No queréis creer todo esto, pero es y será como Yo, vuestro Jesús, digo, pues Mi Palabra es verdad, es santa, y es y será como está escrito.

Así pues, ¡despertad , amados hijos que sois! No hay pecado demasiado grande, demasiado abismalmente malo, vergonzoso y deshonroso, que no pueda ser perdonado por Mi misericordia. ¡Así que conviértete ahora , antes de que sea demasiado tarde, y vive la advertencia como un acto de misericordia y como la última oportunidad para tu conversión! Cuanto más «preparado» estés, es decir, que hayas confesado, arrepentido y expiado verdaderamente tus pecados, ¡más fácil y hermoso será para ti este acontecimiento! No penséis que basta con que ese día os convirtáis, ¡pues el grado de sufrimiento, angustia del alma y dolor, desolación y abandono depende de la preparación de cada uno de vosotros!

Así pues, ¡arrepentíos! ¡Liberaos del pecado! ¡Renunciad al mal! ¡Y rezad, rezad, rezad! El tiempo que os queda se condensa y oscurece, pero Mis hijos, que Me son verdaderamente fieles, están protegidos del miedo y de la desesperación. Esto, sin embargo, ¡requiere una fe profunda y firme, esperanza y oración! Quien no crea en Mí, quien no espere en Mí y quien no rece a Mí, vivirá tiempos duros y difíciles. Caerá presa del error y la confusión, y sólo mediante el arrepentimiento y la oración no se perderá.

Así pues, arrepentíos, amados hijos que sois, porque lo peor está aún por llegar. Se os presentará el Anticristo y, junto con el falso profeta, arrojará Mi rebaño al diablo. Son hábiles y carismáticos los que vendrán y se os presentarán, y muchos caerán en su trampa. Con artimañas y engaños os harán creer que es Yo y le celebraréis y adoraréis. ¡ Ésa , hijos míos, es vuestra perdición!

Permaneced, pues, fieles a Mí, ¡pues sólo Yo puedo conduciros al Padre! El Nuevo Reino está preparado, ¡pero sólo quien sea verdaderamente fiel y devoto a Mí encontrará la entrada!

¡Reza, reza, reza para que no te extravíes! Levántate y da testimonio de Mí, de tu Jesús y ¡Avisa al PUEBLO!

Sólo Yo puedo daros la salvación, pero el que venga y os engañe os traerá la condenación y el tormento eterno del alma. Amén.

Así que mantente alerta, porque el juego del mal ha comenzado. En muy poco tiempo, el poder del mal se extenderá a todos los niveles de tu vida. El Gobierno Mundial Único por el que se está luchando y que empieza a implantarse, está siendo apoyado por la Religión Mundial Única. ¡No tienes ninguna posibilidad de escapar de todo esto a menos que te des la vuelta, despiertes y te levantes! Mucha gente está diciendo la palabra verdadera, ¡pero no la oís! Seguís siendo alimentados por vuestros medios de comunicación, que os hablan de una pandemia, ¡que es inexistente! ¡Despertad! ¡Contraataca! ¡ Tenéis suficiente orientación para luchar contra estas maquinaciones , que son de origen satánico hasta la médula!

La división de tu sociedad aumenta cada día. Por un lado, los ignorantes y los fieles a los medios de comunicación que se han decidido en contra de la verdad. Por otro lado, los que ven a través del juego maligno y advierten, iluminan y se levantan. Aún vivís en una época relativamente pacífica, sin embargo, ¡esta paz amenaza con derrumbarse, por la ignorancia y la obediencia de los que siguen obstinadamente a los que quieren vuestra perdición! Este cisma lo encuentras también en Mi Santa Iglesia. Planeado e implementado durante décadas y cientos de años, el demonio y sus secuaces se han infiltrado en Mi Santa Iglesia.

¡Reconoced dónde estáis (!), Mis amados hijos que sois, ¡porque el fin se acerca, y con él la caída de tantos de Mis amados hijos! Utilizad vuestro libre albedrío para Mí , para vuestro Jesús, entonces Yo me apresuraré hacia vosotros. Pero a los que aún Me rechazáis incluso en el último día de Mi tan grande misericordia, a vosotros se os dirá: No Me habéis querido. Ahora ya no puedo hacer nada más por vosotros. Cuando se abran las puertas del infierno, vuestra alma no tendrá protección. Yo, tu Jesús, no correré en tu ayuda, porque Me has rechazado y lo has hecho por tu propia voluntad, si ahora te das cuenta de que el demonio también te ha mentido y engañado , porque todo lo que viene de él es sólo engaño y fingimiento, ¡entonces ya es demasiado tarde para ti! Tu alma se perderá para siempre y el tormento y el dolor y la agonía y el sufrimiento serán tu condena. Te lo advierto por última vez, tú que rindes homenaje al diablo: ¡Daos la vuelta! ¡Porque vuestro sufrimiento, agonía, tormento y horror serán mayores que cualquier cosa que hayáis hecho a Mis hijos durante vuestra vida!

Yo, vuestro Jesús, también os amo. Yo, tu Jesús, también sufrí por ti en la cruz. Te doy la oportunidad de arrepentirte, por tu propia voluntad, por tu propia voluntad. Sin embargo, si rechazáis Mi misericordia, no puedo hacer ni haré nada más por vosotros, y Me duele el corazón si se pierde siquiera uno de Mis hijos.

Rezad , pues, amados hijos que estáis Conmigo, por el arrepentimiento de los pecadores más empedernidos. ¡Mi amor es infinito! ¡Mi misericordia es más grande de lo imaginable para vosotros! Ningún pecado es demasiado grave para que Mi misericordia no pueda perdonarlo. ¡Anhelo el arrepentimiento de todos los hijos pecadores! ¡Así que rezad, rezad, rezad por ellos y expiad , hijos míos, expiad! Vuestra expiación dará fruto aquí en la tierra para los pecadores y en Mi gloria, en la gloria de Mi Padre para vosotros, hijos amados que sois. Amén.

Confiesa, arrepiéntete, ¡arrepiéntete! Sólo así os acercaréis a Mí. Sólo así estaréis cerca de Mí. Amén.

En profundo e infinito amor.

Tu Jesús.

Con Dios Padre, el Altísimo, los Santos Arcángeles y las huestes angélicas, y Mi Santísima Madre María. Amén.

Todos nosotros, el Cielo unido, estamos preparados. Rezad e implorad las gracias Divinas y la intervención del Padre.

Os quiero mucho. Te quiero mucho, Mi pequeña y tierna alma que eres. Hazlo saber. Tú y los tuyos también expiaréis de nuevo, pero ahora os necesito a vosotros y a ti para difundir Mi Palabra. Amén.

¡El mundo (la humanidad) está dormido! ¡Debes despertarlos! Amén.

Ve ahora, hija Mía. Mi Hijo te ama y mucho. Cada pecador que se arrepiente es un regalo que le hace reducir Su sufrimiento y aliviar Su dolor. Su corazón florece y se regocija por cada pecador que encuentra su camino hacia Él, independientemente del pecado que ese pecador haya cometido, pues Él, en Su misericordia que todo lo abarca, perdona Todos los Pecados si se arrepienten ante Él, se arrepienten y son perdonados. Amén.