viernes, 14 de junio de 2024

¡Los Estragos del Tiempo No Son Compatibles con los Mandamientos del Señor, el Padre!

- Mensaje nº 1441 -

Mensaje del 4 de junio de 2024

Hija mía. No son tiempos fáciles para ti y para los hijos del Señor y Padre, pero que sepas que el sol volverá a brillar en el horizonte, es decir:

Cuando termine el tiempo de las tribulaciones, los males y la destrucción de todo lo bueno, de todo lo santo, así como las persecuciones -y son muchas, hija Mía, hijos Míos, son muchísimas-, entonces sabed que Jesús está ahí para vosotros , las puertas del Nuevo Reino del Señor se abrirán, y Jesús os concederá la entrada, a los que permanezcáis fieles y firmes y sepáis perseverar, resp. Estad preparados (!), hijos Míos, estad preparados, porque los tiempos se harán aún más difíciles y sólo un corazón fortalecido en Jesucristo podrá permanecer firme y no «rendirse» cuando los tiempos parezcan insoportables .

Rezad, hijos míos, y fortaleceos en la oración y en la Sagrada Eucaristía.

¡Adorad al Santísimo Sacramento y fortaleceos en Jesucristo!

Debéis permanecer fuertes, amados hijos, ¡y debéis buscar siempre el camino hacia Jesús!

¡Es importante que hagáis esto para que permanezcáis en la fe verdadera, firme y profunda en Jesús!

Los estragos del tiempo no son compatibles con los mandamientos del Señor, el Padre.

Vives en un mundo dividido y muy alejado de la fe cristiana. Hace tiempo que no se te permite expresar tu libre opinión. La gente se ataca como buitres a un animal muerto, sólo que vosotros no sois ni animales ni estáis muertos, pero ya no tenéis libertad de expresión.

Niños, niños, ¿no veis lo que está ocurriendo y dónde os encontráis?

Todo esto os ha sido profetizado en estos y otros mensajes, ¡pero tantos de vosotros no lo veis ni siquiera ahora! Otros de vosotros no tenéis resistencia, aunque lo veáis, y sin embargo no perseveráis.

¡Fortaleceos en la fe y rezad, hijos míos, acudid a vuestras Santas Misas y adorad al Santísimo Sacramento!

¡El Espíritu Santo está ahí para vosotros! ¡Sólo tenéis que pedírselo y Él os dará Sus dones!

Hijos, hijos, vuestro mundo está en ruinas, ¡pero empeorará!

¡No hablo de ruinas bélicas en el sentido habitual, sino de las ruinas morales, de las ruinas que os están destrozando, como las ruinas «hechas» de la esterilidad de vuestra tierra y de los vuestros (!), de las ruinas espirituales que están saliendo de todo esto..., ¡la lista es larga, hijos Míos, es larga!

¡Vuestra única forma de sobrevivir es confiar en Jesucristo, nuestro Señor y Salvador! ¡Sólo a través de Él podréis perseverar y recibir el final con alegría! ¡Sólo con Él permaneceréis lo bastante fuertes para resistir el final! ¡Sólo con Él, y a través de Él, alcanzarás el Nuevo Reino y cosecharás el Reino de los Cielos del Padre, Su gloria!

Niños, niños, ¡todos los de otras creencias no resistirán!

¡Todos los tibios deben convertirse! ¡Se han extraviado y no viven los mandamientos del Señor y Padre!

¡Hijos, hijos! Ha llegado la hora.

Preparaos, porque cuando llegue el momento, bienaventurado el que esté preparado. Amén.

Con profundo amor me despido hoy de vosotros.

Rezad mucho y con fervor para que permanezcáis fieles y firmes a Jesús. Amén.

Vuestro Buenaventura. Amén.

Hija mía. Yo intercedo por ti y por todos los que Me lo piden. Diles: Nosotros, tus santos, esperamos tu dirección. Amén.