Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
viernes, 22 de noviembre de 2024
¡Tu Impureza se estrellará contra Mi Pureza!
- Mensaje nº 1459 -
Mensaje del 6 de noviembre de 2024
Madre de Dios: Hija mía. Los días en tu mundo son malos, y muchas tormentas por todas partes muestran a la gente lo pequeña y perdida que está ante tales fuerzas que se han desatado y se desatarán.
Vuestra seguridad, en la que creíais, está «flotando», y con ella, la creencia en la benevolencia de vuestros gobiernos en tantas partes y zonas.
Jesús: Hijos míos. ¡Yo, vuestro Jesús, soy vuestra única seguridad!
Madre de Dios: Cuando estallen los desastres del final de los tiempos, ¡bendito el que esté con Mi Hijo!
Estáis saboreando aquí y allá lo que vendrá cada vez más ahora, ¡y lo impotentes que sois!
Habéis «construido sobre arena», creyendo sentiros seguros en vuestro mundo, ¡ahora ved en qué seguridad habéis creído!
Sólo Jesús es vuestro camino, amados hijos, sólo Jesús, y haríais bien en reconocerlo finalmente.
¡Yo, vuestra Madre del Cielo, lloro grandes lágrimas por los apóstatas, los infieles y los apegados a la Tierra!
No habéis aprendido nada, amados hijos, ¡y vuestra alma sufrirá un gran daño si no os arrepentís! ¡No sólo sufriréis en la tierra, sino que también sufriréis por toda la eternidad si no rezáis y os volvéis a Jesucristo, Mi hijo, vuestro Redentor!
Hijos, hijos, ¡nada en la tierra es eterno!
¡Así que no escuchéis a los que vienen y predican lo contrario!
El infierno existe, amados hijos, que sois vosotros, ¡igual que el purgatorio!
¡ No creáis, porque un apóstata os diga y predique algo diferente, que no es así, como os digo hoy yo, vuestra madre del cielo!
El infierno es un lugar de horror , es un lugar de tortura y tormento eternos . La agonía de las almas allí es incomparable a nada en la tierra en cuanto a dolor y tormento, y si crees que la tierra es el infierno, ¡te equivocas!
Deja el pecado y encuentra a Jesús, porque si no lo haces, tu sufrimiento será interminable.
Sólo Jesús es el camino hacia el Padre en la gloria, ¡no hay otro!
Así que no creas a la gente que ha venido, ¡sino reza y arrepiéntete!
¡Ruega al Espíritu Santo que te dé claridad y comprensión!
El Padre escucha tus oraciones, ¡así que ruégale!
Jesús acude en ayuda de cualquiera que se lo pida sinceramente, pero el primer paso, amados hijos, ¡debéis darlo vosotros!
¡ ÉL, que es tu Redentor, te está esperando! Pero tantos se han alejado o sólo le «conocen» cuando experimentan el sufrimiento . Hijos, hijos, ¡no puede ser así!
No queréis que vuestros semejantes se aprovechen de vosotros o os utilicen, ¡pero hacédselo a Jesús!
Le tratáis como a un felpudo, y luego esperáis que os salve del sufrimiento, de las penurias y de la injusticia, sólo para humillarle, olvidarle, ridiculizarle y faltarle al respeto de nuevo cuando tenéis lo que queréis. La lista es larga, hijos míos, es tan larga...
¡Despierta!
¡Levantaos!
¡Reconoced!
¡Rezad!
¡Suplicad!
¡Deja el pecado!
¡Arrepiéntete!
¡Da tu sí a Jesús y ama a tu prójimo!
No es difícil vivir agradando a Dios, ¡ pero tú prefieres seguir al diablo!
Arrepiéntete, ¡se te acaba el tiempo!
Yo, vuestra Madre Celestial, estoy preocupada por vosotros y muy triste al ver cómo os habéis alejado de Mi Hijo y le habéis insultado, utilizado y luego rechazado. Sois unos bárbaros, y como tales tendréis que responder de ello ante los tribunales si no os arrepentís y confesáis a Jesús y empezáis a amarle de verdad. Amén.
Con profunda preocupación por vosotros
tu Madre Celestial.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.
Jesús: Mi Madre dice la palabra verdadera. Yo, vuestro Jesús, lloro lágrimas amargas, porque no queréis Mi amor.
Aún estáis a tiempo de volver atrás, pero pronto, muy pronto, este tiempo se acabará y tendréis que responder ante Mi Padre.
Todos tus pecados te serán mostrados de antemano, y mientras no perezcas por esta miseria, que tú has causado y por la que debes responder, aún recibirás un tiempo para arrepentirte a partir de este momento.
No lo desaprovechéis y aprended las oraciones* que os hemos dado en estos mensajes para la gran advertencia que es inminente.
Así podréis salvar vuestras almas y las de vuestros seres queridos, para que no caigan presas del mal si mueren en esta hora.
La advertencia es sólo un breve momento, ¡pero no podréis soportar Mi presencia si estáis atrapados en el pecado!
¡Pregunta a aquellos a quienes se les permitió experimentar Mi luz!
Tu impureza se estrellará contra Mi pureza , ¡y tu alma no podrá soportar este dolor!
¡Conviértete ahora, para que el Aviso se convierta en un don de gracia para ti y para tu alma, que esperas y aceptas con amor!
Yo, tu Jesús, te pido que lo hagas, porque el tiempo es corto y se acaba , más rápido de lo que eres capaz de creer. Amén.
María Magdalena: Juan vino a revelar «su» libro, y la última parte aún está por llegar. No esperéis a que se sepa , ¡porque entonces no tendréis tiempo de arrepentiros!
Juan - Arrepentíos, pues , amados hijos, porque he venido a revelaros «mi» libro al final de los tiempos, como me ordenó el Santo Ángel del Señor y Padre, Juan, apóstol y «predilecto» de Jesús, que soy yo. Amén.
No esperes! Amén.
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
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