miércoles, 24 de enero de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Temprano en la mañana, mi madre estaba pensando en lo que Dios y la Virgen querían de nosotros, de mi familia. Estaba pensando por qué Dios había elegido a nuestra familia. De repente, escuchó la voz de la Madre de Dios quien le dijo el siguiente mensaje:

¿Me preguntas qué queremos de ti? Solo queremos que ores mucho, mucho, mucho. Siempre oren juntos. Arrepientanse de sus pecados y ayunen. Eso es todo lo que quiero. Eso es todo lo que mi Hijo Jesús y yo queremos. Ya estamos muy cerca el uno del otro. Ya estamos todos juntos. ¿Aún no te das cuenta? Ya perteneces a mi familia...Deja tus adicciones. Cuando sientas ganas de fumar, piensa en Dios y reza el Credo. Cuando ores, siempre di: Estoy orando para aliviar los dolores del Corazón de mi Jesús y el Corazón de la Virgen María. ¡Quédate con mi Jesús!

Por la tarde, la Madre de Dios apareció mientras rezábamos el rosario. Estuvo silenciosa y no dio ningún mensaje. La aparición fue rápida. Me quedé preguntándome por qué fue así, porque era costumbre que ella diera el mensaje por la tarde.