Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
viernes, 24 de diciembre de 2004
Mensaje de San José a Edson Glauber

¡La paz del Señor esté contigo!
Hijo mío, una vez más quiero darte mi bendición y mi amor. El Señor Dios me envía aquí para decirte que este es el tiempo para la conversión, la oración y tu sincero retorno a Él. La gente aún no ha encontrado la paz, porque no han aceptado el mensaje que Jesús trajo al mundo. Los hombres viven solo en guerras, en violencia, porque han expulsado a Dios de sus vidas. Regresa a Dios, acoge sus divinas palabras, vívelas, y su luz brillará sobre ti y tus familias.
Hijo mío, desde que era niño, cuando el Señor me dio el uso de la razón, lo he adorado con mi vida y con todo mi ser, lo he glorificado y bendecido su Santo Nombre. De esta manera el Padre Eterno estaba enriqueciendo mi vida con sus gracias y haciendo mi Corazón Más Casto su vaso de gracias. El Padre Eterno siempre estuvo presente en mi vida y su divina presencia se hacía más fuerte cada día que crecía. Me estaba preparando con nuevas bendiciones y gracias para que fuera digno de tener a mi lado a la Santísima Virgen, la Madre de su Divino Hijo. El Padre me confió una gran misión y me estaba revelando Sus diseños poco a poco. Poco a poco iba abriendo mi Corazón a su divino designio. Cuando era joven me hizo sentir el ardiente deseo de consagrar mi pureza y mi cuerpo a Él. Así consagrando mi virginidad a Él, mi Corazón estaba siendo enriquecido con las gracias más santas, porque tenía que ser el protector de los dos grandes signos de pureza en el mundo: Jesús y María. Reza, reza, reza, y el Padre Eterno a través de su Divino Hijo te concederá la paz. Te bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!
Orígenes:
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