sábado, 25 de diciembre de 2004

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz de mi Hijo Jesús esté contigo!

Queridos hijos, yo soy vuestra Madre Celestial, y en esta noche de celebración, cuando el Cielo

se une con la tierra para glorificar, adorar y alabar al Señor, mi Hijo Jesús, a quien sostengo en mis brazos para bendeciros a vosotros y a vuestras familias, os invito una vez más a la paz.

Hijitos, Jesús es paz para vosotros y vuestras familias. Ofreced vuestro corazón a Él para que la paz transforme vuestras vidas y os llene de alegría.

El mundo necesita la paz de Dios, y yo, la Reina del Rosario y la Paz, intercedo en esta noche santa por el don de la paz en el mundo.

Hijitos, amad a Jesús. Mi Divino Hijo os ama mucho y desea vuestra felicidad. Todo el Cielo se une a vosotros en glorificar y adorar a mi Hijo. ¡Qué feliz estoy de veros a todos reunidos en oración! Que mi Hijo os dé su bendición. Sed testigos con vuestras vidas del amor de mi Hijo Jesús por vuestros hermanos y hermanas.

Hoy, yo, mi Hijo Jesús y San José bendecimos vuestras familias. Paz, paz, paz. Orad aún más intensamente por la paz. Si los hombres no regresan a Jesús no podrán experimentar unidad y amor en el mundo. Llevad mis llamados celestiales a todos mis hijos, porque Dios tiene prisa. Deseo enriqueceros con mis gracias celestiales, para que cada uno de vosotros ame a mi Hijo Jesús intensamente, como yo lo amo.

Hijitos, colocaos en las manos de Jesús. Acercaos a su Divino Corazón y encontraréis la salvación. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

¡Oh Jesús, te amo! Te ofrezco mi corazón para que hagas de él tu morada.

¡Oh Jesús, deseo vivir unido a ti, dando testimonio a todos mis hermanos de tu amor misericordioso!

¡Jesús, sálvame, sálvame, sálvame! ¡Amén!