miércoles, 20 de julio de 2005

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Implora misericordia para el mundo y para todos los pecadores. Pero suplica mucho, mucho, mucho, mis hijos, porque el mundo va a ser castigado con un gran castigo. Los hombres están dormidos, no se están preparando y serán tomados por sorpresa. ¡Cuánto sufro y me entristezco! Quiero despertar a mis hijos del pesado sueño del pecado, pero ellos no quieren, porque aún no se han decidido a convertirse.

Hijo mío Edson, reza mucho por Brasil. Edson, ayúdame. Ayuda a tu Madre a salvar las almas que están en peligro de perderse. Dile a tus hermanos y hermanas que el tiempo se acabó. La que es considerada maravillosa (Río de Janeiro) desaparecerá y ya no se hablará de ella si los hombres no cambian. Mis hijos todavía tienen sus corazones cerrados.

Me he aparecido muchas veces, he llorado, he suplicado, he mostrado el camino a seguir y qué hacer, pero mis hijos no escuchan. Actúa rápido. Haz una poderosa cadena de oraciones de intercesión y llama para que la misericordia de Dios triunfe sobre la justicia que es demasiado grande.

Cuento con tu ayuda. Confío en ti, mis hijos. No traiciones este llamado mío, y la presencia de tu Madre aquí esta noche, por no escucharme y no poner este llamado mío en práctica. Gracias por tu presencia. Gracias por tu paciencia y por venir esta noche a rezar. Que Dios te bendiga y te dé su paz.