domingo, 9 de octubre de 2005

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo, su Madre, deseo continuamente guiarlos a Dios. Acepten mis llamados. Difúndalos a todos sus hermanos y hermanas, porque tantos están en la oscuridad.

Hijitos, apúrense. Dios les da tantas oportunidades y ocasiones para difundir mis mensajes, pero ustedes permanecen quietos. Es necesario actuar mucho más para que podamos llevar a aquellos mis hijos más distantes y rebeldes al Corazón de mi Hijo Jesús.

Oh Amazonas, conviértanse. Dios les está dando una señal para este tiempo para evitar lo peor más adelante, porque Su justicia será grande. Es tiempo de orar, de convertirse.

Hijos míos, les digo de nuevo: no pierdan el tiempo. Oren más. Incluso el hecho de que estén orando es una gracia que Dios les da. Si Yo no descendiera del cielo e invitara a orar, estarían en un sueño profundo, pero aquí estoy para despertarlos, para revivirlos. Les suplico: no pequen más. Vivan el amor hacia Dios y sus hermanos. Difundan la paz y el amor por todas partes.

La naturaleza está cambiando, hijos míos. Es la señal que Dios está dando al mundo antes de la gran transformación. Dios dará aún otra señal a través de los animales, los pájaros del cielo, antes de la seria. Incluso los animales perciben las señales de los tiempos, y los hombres no, porque se permiten ser cegados por el diablo.

Les digo de nuevo: un gran fuego caerá del cielo y destruirá muchas ciudades, las más pecaminosas. Oren, oren, oren, mientras todavía haya tiempo. He venido del cielo para ayudarlos, para que lo peor pueda ser evitado. Los cubro con mi manto esta noche, y les doy una bendición especial, para que puedan ser firmes en las pruebas que vendrán. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!