Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

jueves, 27 de octubre de 2005

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡La paz esté contigo!

Querido Hijo, Yo, tu Madre, junto con mi Hijo Jesús y San José, te bendigo con todo Mi amor.

Te deseo, esta noche, todas las gracias y bendiciones de Dios. Sé testigo del amor de Dios a tus hermanos y hermanas. Gracias por tu sí en esta obra de Dios. Tu misión es muy hermosa, pero también es una misión de cruz y sufrimientos, porque para agradar a Dios debes saber renunciar a ti mismo, por la Salvación y conversión de todos tus hermanos.

Hoy, Dios te da una bendición especial. Gracias por todo lo que haces por Mí, por mi Hijo y por San José. Dios te recompensará algún día. Estás dentro de Nuestros Corazones. Ellos son para ti una gran señal de la protección y el amor de Dios.

Dile a tus hermanos que amen profundamente al Señor, porque no es amado por los hombres como debería ser. Cuántas ofensas son dirigidas a Dios por hombres ingratos. Dios ya no puede soportar tantas ofensas.

He venido del cielo para llamar a toda la humanidad pecadora al arrepentimiento. Grandes calamidades están a punto de caer sobre el mundo muy pronto. Dile a tus hermanos que oren mucho.

¿Qué tienes que decir sobre lo que sucedió ayer, sobre el tornado que se formó aquí en Manaus?

Tú mismo ya has sentido la respuesta en tu corazón. Es otra señal enviada por Dios al pueblo de Amazonas. Si mis hijos no se arrepienten de sus pecados, vendrá gran sufrimiento y gran destrucción con los demás que se formarán.

Cuando veas el clima cambiando y oscureciéndose, presta mucha atención y enciende la vela sagrada en tus hogares. Reza por la misericordia del Señor. Reza el rosario de la misericordia, porque apacigua la justicia de Dios.

No dejes tu conversión para más tarde, sino ahora, antes de que suceda lo más grave. Dios está a punto de castigar a Amazonas de una manera más seria. Los días serán cada vez más difíciles para ti, mis hijos. Estoy triste por lo que viene, si los hombres no cambian sus vidas.

Te ruego: escucha mis llamadas. Vive las llamadas que mi Señor te está enviando a través de Mí. Conjura el Corazón de mi Hijo Jesús, para que su justicia sea apaciguada. Estoy intercediendo por ti, por tus familias, ante Dios. No temas. Estoy unida a ti mientras oras, y recibes grandes gracias de Mi Corazón.

Ahora, te bendigo, hijo mío, unido a mi Hijo Jesús y San José, y también bendigo a todos ustedes que están aquí: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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