domingo, 11 de julio de 2004

Mensaje de Nuestra Señora

Mis Hijos, Yo soy la Reina y Mensajera de la Paz, la Dama del Rosario, quiero que continúen rezándolo todos los días, quiero que continúen rezando la Hora de la Paz, porque ha producido gran efecto en el mundo. El mundo, mis Hijos, es pequeño para DIOS y para mí, pero es grande para ustedes. Muchas veces sus oraciones son recogidas por mí, y son aplicadas en otras regiones del mundo, lejos de aquí, que necesitan paz, así que no se preocupen si no ven los resultados de sus oraciones cerca de ustedes. No se pregunten, ¿qué ha sido de todas mis oraciones?

Mis hijos, cada oración que sale de sus corazones es recogida por mí y aplicada en el mundo, nada se pierde, ni siquiera el pensamiento que a veces tienen, el deseo de rezar, incluso esto ya lo recojo, transformo en gracias y aplico en la humanidad, por lo tanto, confíen, la oración es su abogada en el Cielo, ante nuestros Sagrados Corazones