miércoles, 12 de diciembre de 2007

Miércoles, 12 de diciembre de 2007

(Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe)

María dijo: “Mis queridos hijos, me alegra ver a todos mis hijos de Betania y a mis peregrinos regocijándose en la Misa en mi fiesta de Guadalupe. Su canto y sus oraciones son muy efectivos para compartir su amor con todo el cielo. Todos los santos en el cielo y María los animan en todos sus esfuerzos para salvar almas. Esta oscuridad en el cielo en la visión representa los pecados de la humanidad y su débil fe en la Palabra de mi Hijo, Jesús. El peor de estos pecados son sus abortos de los no nacidos. Soy la patrona de los no nacidos, ya que aparecí a Juan Diego como una madre embarazada de mi Hijo y su Salvador. Este milagro de las rosas y mi imagen de Guadalupe en el tilma es un mensaje de esperanza para mis hijos para que detengan sus abortos y consideren la vida como un regalo precioso, demasiado valioso para matar. Muchos de los problemas de sus vidas son causados por ustedes mismos al apoyar la cultura de la muerte de los abortos, la eutanasia, las guerras y los asesinatos sin sentido. Continúen enfrentándose a su sociedad y luchando para salvar las vidas de los no nacidos. Continúen enviando cartas contra esta cultura de la muerte a sus representantes gubernamentales, protestando contra los abortos en las clínicas, aconsejando a las mujeres que contemplan el aborto y rezando por estas madres y médicos para que dejen de quitar esta vida inocente. Si se niegan a luchar contra el aborto de alguna manera, entonces están cometiendo uno de los mayores pecados de omisión que existen. Amo a todos mis hijos, y especialmente a los pequeños no nacidos inocentes. Mi Hijo también ama a los niños, así que no maten a sus pequeños.”