domingo, 18 de mayo de 2008

Dios Padre habla después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial en la capilla de la casa en Duderstadt a través de Su instrumento Anne.

Estaban presentes el Padre Celestial, el Espíritu Santo y Jesucristo, es decir, la Trinidad. También muchos ángeles y también algunos santos. Entre ellos estaban la pequeña Santa Teresa, Padre Pío y Padre Kentenich (Día del Pacto).

El Padre Celestial nos habla: Yo, el Padre Celestial en la Trinidad, les hablo hoy en esta Fiesta de la Trinidad.

Mis amados hijos, están seguros en Nuestra Trinidad. Cuánto necesitan este poder, mi poder. Ustedes son personas débiles y siguen cayendo una y otra vez. Si no me invocan, el Padre Celestial en la Trinidad, sucumbirán una y otra vez. Cuando su poder llegue a su fin, entonces mi poder se hará efectivo y se hará efectivo en ustedes.

Como han notado hoy, separaré de ustedes todo lo que no reside en esta santidad. Una persona tuvo que dejar esta habitación antes de la Santa Misa. Presten mucha atención a Mis Pasos. Mi camino se volverá cada vez más difícil, cada vez más pedregoso y doloroso para ustedes. Tendré que exigirles mucho más. Fortalezcan, Mis hijos. Todavía son débiles y sucumben a sus debilidades. Los preparo para este camino pedregoso. Deben ser un modelo a seguir para todos los demás. No solo deben ser un modelo a seguir, sino también responsables de los demás. Hasta ahora, esta responsabilidad no ha sido tan fuerte como lo es ahora. Por lo tanto, eliminen de ustedes mismos todo lo que no reside en la verdad y en mis palabras. Quien no obedezca mis palabras en su totalidad no las sigue, sino que sigue solo su propio camino sin perturbaciones.

Continúen separándose de todos los hombres, de todos los hombres que he dicho que no quieren seguir estos caminos. Una y otra vez les obstaculizarán para que quieran seguir su camino, y entonces ustedes también caerán. No será fácil para ustedes, Mis hijos. Piensen detenidamente, ustedes que están presentes aquí, si quieren seguir Mis pasos en su totalidad. Todo se los abriré cuando sigan mi camino. Estarán protegidos por su querida madre, estarán protegidos por todos los ángeles y nada les sucederá. Pero ya no podrán comprender nada y ya no entenderán nada. Solo su fe y su confianza son todavía necesarias.

Muchos de ustedes los abandonarán. Será doloroso para todos ustedes, pero Yo, Jesucristo, permanezco en sus corazones. Quiero que me pongan primero y dejen de lado sus miedos humanos. Todavía están afligidos por algunos miedos humanos. Estos deben desaparecer, de lo contrario mi eficacia no puede estar plenamente en ustedes.

Los amo, Mis hijos, y los acompañaré y siempre experimentarán la protección del cielo y muchas señales y maravillas sucederán a través de ustedes. Y ahora me gustaría agradecerles que hayan seguido este camino hasta ahora. Sean protegidos Mis amados y elegidos, sean bendecidos y enviados por su Padre Celestial en la Trinidad, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén. Permanezcan en el amor y sean valientes y perseveren! Amén.