miércoles, 21 de mayo de 2008

Dios Padre habla después de la Vigilia por la vida no nacida en Göttingen a través de Su hija Anne.

También hoy el Padre Celestial nos habla. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Padre Celestial dice: Mis amados hijos, quiero agradecerles por haber pasado por esta vigilia de la vida no nacida. Cuantas bendiciones han traído a la humanidad, y cuántas pequeñas almas han inmediatamente ascendido al cielo, acompañadas por los Santos Ángeles.

Sí, Mis amados hijos, la Madre Celestial ha estado velando por esta clínica. Ella observó cómo un niño no nacido era asesinado en ese momento. Fue muy doloroso para ella, dijo la madre celestial, pero agradece que este sufrimiento esté alejando a muchas madres de ella. Ya no podrán hacerlo a través de su oración.

Yo, el Padre Celestial, los protegeré con gran bendición y poder divino si quieren continuar en este camino difícil y pedregoso. Ustedes, mis amados y elegidos, solo tienen el deseo y la voluntad de hacerlo, todo lo demás lo arreglaré para ustedes. Nada sucede que no esté en mi voluntad. ¡Tengan coraje! Sean poderosos en la fuerza divina y continúen siguiendo este, mi camino.

Cuántos se alejarán de mí y de ustedes, porque este camino es demasiado duro para ellos. No se desanimen, sino continúen con poder. Están guiados y dirigidos y nada les sucede. Las mayores alegrías del cielo les esperarán. Este camino es doloroso y está lleno de dolor. Miren la cruz de Mi Hijo. Cuánto sufrió por todos. Mi hijo y su madre han sufrido el mayor dolor. Ella estuvo bajo la cruz de su hijo. Miren también a su madre. Ella les ha precedido en este dolor y ella será la única que los entenderá. Mi instrumento Anne no podrá entenderlos, pero acudan al Inmaculado Corazón de Mi Madre, allí encontrarán una profunda seguridad y paz, que el mundo no puede darles. Muchas personas no entenderán esto. Quien pueda comprenderlo, comprenderá. Es mi voluntad y deseo.

Todos los mensajes que están en Internet corresponden a Mi plena verdad. Mi pequeña permanece siendo nada. No es ella, sino Yo quien les dice las palabras, quien quiere protegerlos de todo, quien quiere protegerlos en problemas extremos. Ella misma permanece siendo nada.

Permanezcan fieles a mí y a nosotros y sigan este camino con verdad y cumplan mi plan, que quiero que les suceda. No lamenten lo terrenal, sino miren hacia la gloria eterna, hacia las alegrías eternas, y hagan todo por amor y no por deber. Si el deber los hace caminar por este camino, no será un camino que dure. Muy pronto ya no querrán seguir este camino. Solo cuando lo recorran con amor y en su totalidad tendrán la protección completa del cielo.

Una y otra vez el cielo y su madre celestial los fortalecen. Sigan por este camino. En todo sufrimiento ella está con ustedes y nunca los abandonará. Seguirá llamando a los ángeles, especialmente al Santo Arcángel Miguel, quien los mantendrá alejados de todo mal. También en este camino que han recorrido hoy, han sentido que el cielo estaba con ustedes, que el Santo Arcángel Miguel los protegió de todo.

Si no fuera Mi verdad, Mis hijos, ustedes también se ahogarían en la corriente caudalosa. Miren una y otra vez la cruz de Mi Hijo. Tengo mucho que pedirles, Mis amados hijos, pero esto está en Mi plan. Si son perseguidos, están en la verdad. La divinidad también fue perseguida. Mi hijo fue ridiculizado, burlado, atacado, azotado, coronado con espinas. Miren a Mi Hijo lo que sufrió por sus pecados. Se les permitió retroceder. Las mayores alegrías les esperan. Pero no es evidente que pudieran seguir este camino. Han estado en la corriente de gracias y han aceptado agradecidos las gracias.

Muchos de Mis hijos también reciben esta gracia ahora, pero no aceptan la gracia y querrán cumplir su propio camino y voluntad. Sepárense de ellos, de todos los que no quieren seguir este camino en su totalidad, porque siempre los obstaculizarán y los desesperarán.

Quiero abrazarlos, Mis amados, porque son Mis instrumentos dispuestos y los amo sin límites. ¡Permanezcan en este amor! ¡Permanezcan fieles a Nosotros! Les pregunto de nuevo: ¿También quieren dejarme? ¿Tampoco quieren sufrir este dolor? Y ahora los bendigo en la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Permanezcan fieles al cielo, entonces también permanecerán en el amor. Amén.