domingo, 2 de junio de 2019

Domingo de la octava después del Día de la Ascensión.

El Padre Celestial habla a través de Su obediente y humilde herramienta e hija Ana en el ordenador a las 12:55 y a las 19:05.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo, el Padre Celestial, hablo ahora y en este momento a través de Mi obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está totalmente en Mi Voluntad y repite sólo las palabras que vienen de Mí.

Mis queridos hijos del Padre, hoy habéis celebrado la Santa Misa Sacrificial y también habéis rezado por el Espíritu Santo. También habéis rezado después la Novena de Pentecostés. Sí, dará fruto, porque todos los que creen firmemente en la verdad cumplirán esta Novena del Espíritu Santo. El Espíritu Santo quiere que se rece por él.

Hijos míos, estáis deseando que llegue Pentecostés y apenas podéis esperar. Nadie puede quitaros esta ilusión interior. Siempre estáis conectados con el cielo y esto es lo que os hace felices.

Nadie que rechace la fe, aunque sea parcialmente, puede comprenderos. Es la realidad que esta fe católica es la única y verdadera fe. No se puede negar que Jesucristo es el verdadero Salvador del mundo entero.

Hoy también celebráis el Domingo de las Rosas. El Cielo esparcirá rosas sobre vosotros mientras disfrutáis de esta anticipación de Pentecostés. Alegraos todos los días de vuestra fe católica, pues contiene las alegrías inagotables de vuestra vida cotidiana.

Vosotros sois los afortunados que estas personas contemplarán un día. Todavía no ha llegado la hora. Pero muy pronto llegará esa hora en la que seréis envidiados por vuestra fe.

Mis queridos hijos, hijos de Alemania, ¿cuándo despertaréis por fin? Os quitan todo lo que antes os era querido. Vosotros, los alemanes, erais líderes en el amor al orden, en la diligencia, la puntualidad, la limpieza y la exactitud. Se demandaba al trabajador alemán y había trabajo alemán de calidad.

¿Cuál es la situación hoy en día? ¿La persona en general o el joven quiere realmente trabajar o tiende a sentirse más cómodo? Ya empieza en la escuela. La mayoría de los estudiantes no quieren necesariamente aprender. Les encanta la variada vida de ocio. Se reúnen en grupos y están expuestos al consumo de drogas o alcohol. No ven el peligro y a menudo quedan marcados de por vida. Los padres ya no tienen influencia sobre la juventud, porque sus hijos se les escapan.

Si hoy las familias son pendencieras e infieles, no puede desarrollarse de ellas una juventud alegre y afirmativa. Ni siquiera el público en general tiene influencia en este desarrollo indeseable. Sigue siendo apoyada por la política errónea con sus leyes fatales.

En ninguna parte encuentra hoy el joven su orientación. El que no se adapta a esta sociedad es excluido de plano. No tiene amigos ni conocidos.

¿Qué pasa ahora con la fe? Incluso estos jóvenes o los adultos no tienen orientaciones para la verdadera fe. En todas partes se excluye la verdadera fe. Simplemente ya no se habla de ella.

Uno dice que no quiere que surja una relación divina porque no quiere soportar los ataques. Entonces hay que decidirse libremente por la deidad en la Trinidad. Esto conlleva contraargumentos. Uno no quiere exponerse a ellos. Uno toma el camino más fácil, el del pecado y las transgresiones, porque en la generalidad ya no hay infierno. De ese modo la vida se convierte en un placer y no te preguntas cómo será la vida después.

>u> ¿Existe otro dios? ¿Entonces por qué permite Él que ocurra todo esto? La conclusión final es que no puede haber ningún Dios. Así que puedes disfrutar de la vida tal como es. Puedo llevarmelo todo conmigo, porque despues todo se acaba.

Es un resultado triste. Pero nadie pregunta por la vida después de eso. ¿Hay realmente vida después de la muerte? La mayoría de la gente no cree en ello y también permite la cremación.

Hace unos años se hubiera pensado que esto sería imposible. Pero hoy forma parte de la normalidad. Esto es muy triste para los que todavía hoy prefieren la verdadera vida de fe.

Mis queridos hijos, creed en la Trinidad y consolidad vuestra fe recurriendo al rezo del rosario. Experimentaréis verdaderos milagros, porque la Santísima Madre os lleva de la mano y no os suelta. Ella te lleva a Mí, tu Padre celestial que te ama sin límites. Todos los que me busquen y me encuentren serán ricamente recompensados.

Después de las conversiones hay un sentimiento indescriptible de felicidad en las personas, que apenas se puede describir.

Hijos míos, rezad en este tiempo al Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo os iluminará y os conducirá a la verdad. Obtendréis percepciones que no esperabais. Es el gran tiempo de gracia. Aprovechadlos, no os arrepentiréis.

Mi Hijo ha ascendido a Mí en el cielo para pedirte el Espíritu Santo. El Espíritu Santo te desbordará. Entrará en vosotros como no esperáis. Toma para ti esta anticipación y no te dejes engañar por las personas mundanas que quieren desviarte del camino. Este camino acaba en placer. Y sólo puedes disfrutar de esto durante un breve periodo de tiempo. Pero la felicidad celestial es eterna.

Mis queridos hijos, hoy el mal espíritu ha irrumpido en vuestro mundo, pues la impiedad va en aumento. Asumid las persecuciones y creed profunda y firmemente. No os distraigáis cuando estéis en el camino correcto de la oración y la expiación. La gente sigue intentando disuadirte. El maligno te espera en todas partes. No se rinde, porque espera a su presa.

En las iglesias modernistas se ha producido un vacío. La gente no encuentra oración en absoluto. Es como una sala blanca de recepción. Pero no se espera en ninguna parte. Las cruces se han modernizado. Casi en todas las cruces se ha quitado el cuerpo. Los bancos ya no invitan a arrodillarse. El asombro en el presbiterio y en toda la iglesia ya no es posible porque se han quitado todas las cosas sagradas. ¿Cómo puede entonces uno encontrar todavía el camino hacia una oración silenciosa? Esta santidad ha sido arrebatada a las personas creyentes.

Los masones han hecho un gran trabajo .

Se necesita urgentemente al Espíritu Santo. Debe fluir de nuevo en los corazones de los hombres e iluminarlos. Debe convertirse en un fuego de amor que arda en los corazones individuales.

Así como Mi Hijo Jesucristo ascendió al cielo, vendrá de nuevo con gran poder y gloria.

En la Iglesia católica se está produciendo una gran conmoción. Quien crea y se bautice se salvará. Pero quien no crea será condenado.

Decidíos, amados míos, por la verdadera fe. Aún es tiempo, aún estáis en el tiempo de gracia. Aprovecha este tiempo y decídete por una buena y santa confesión. Os abrirá la puerta de la fe y vuestra felicidad será perfecta. No vaciles, pues no conoces ni el día ni la hora .

No permitas que te roben lo más hermoso. Sabes que el malvado es astuto. Con qué rapidez puedes caer en lo mundano. Rezad con fervor y consagraos al Corazón Inmaculado de la queridísima Madre de Dios. Ella os enviará a sus ángeles para que os salven del mal . .

Mis queridos hijos, os asombraréis de la rapidez con que se difundirá la Verdadera Misa Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V. El pueblo de hoy exige tradición, porque no puede sentirse a gusto en las iglesias modernistas. No puede haber asombro devocional ante las figuras e imágenes sagradas. Todo está despejado. Mientras que en las iglesias antiguas la santidad sigue presente. Inspira asombro. Los niños pequeños ya sienten esta santidad.

Mis queridos hijos, empezad a rezar de nuevo y conectad vuestro trabajo con lo sobrenatural. Entonces experimentaréis verdaderos milagros y os convertiréis en personas alegres y felices que viven y dan testimonio de la verdadera fe. Y seréis verdaderos apóstoles. Os amo, Mis queridos luchadores de la fe. No os dejo solos porque sois mis leales que han tomado el camino verdadero.

Os bendigo ahora con todos los ángeles y santos, especialmente con vuestra queridísima Madre Celestial y Reina de la Victoria en la Trinidad el Padre el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

Prepárate para el tiempo venidero. Por favor, no tengáis miedo del futuro, pues estáis bajo la protección de Dios Todopoderoso. El amor de Dios es seguro para vosotros.