domingo, 13 de julio de 2008

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber - Fiesta de Nuestra Señora Mística Rosa

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, les agradezco su presencia aquí esta noche. Los bendigo y llevo sus peticiones a mi Hijo Jesús. Hijitos, ¿quieren recibir mis gracias? Entonces vivan mis mensajes, y siempre vengan aquí a este lugar bendecido por su Madre celestial, bien vestidos, libres de pecado, y con sus corazones abiertos a Dios. Oren para que cada mensaje mío transforme sus corazones por completo. Los amo y digo este mensaje con mi Inmaculado Corazón lleno de amor por ustedes. Oren para que el mundo se convierta y encuentre la paz. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Desde que la imagen de la Virgen fue coronada por el Obispo Carillo en Itacoatiara el 28/06/2008, Nuestra Señora ahora aparece con una corona dorada con piedras preciosas en su cabeza. Entendí que Dios mostraba que todo lo que su Santa Iglesia hace en la tierra en honor de su Santísima Madre a través de su Papa, Obispos o sacerdotes, en el cielo, se toma como algo serio y precioso y nunca será olvidado, sino que permanece sellado para la eternidad por el mismo Dios. Por eso Nuestra Señora ahora siempre aparece coronada, habiendo sido honrada de manera solemne ante el pueblo de varias ciudades del Amazonas que estaban presentes esa noche en Itacoatiara. Durante esta aparición el 13 de julio, que tuvo lugar en mi casa, después de la recitación del rosario, la Virgen vino con una hermosa corona de rosas en su cabeza, porque era su fiesta como la Mística Rosa. Entendí que las rosas en forma de corona en su cabeza eran nuestras oraciones. Tenía en su brazo izquierdo un ramo de rosas blancas, rojas y amarillas, que significaban las gracias que estaba trayendo del cielo a todos sus amados hijos. Estaba muy feliz, con una hermosa sonrisa, volviéndose seria solo cuando habló en el mensaje de que sus hijos siempre deben venir al lugar de sus apariciones bien vestidos, libres de pecado, y con sus corazones abiertos a Dios. La Virgen es una Madre que se preocupa todos los días por nuestra salvación y felicidad. Quien no sepa realmente aprovechar este tiempo de gracia se arrepentirá profundamente del tiempo perdido y las gracias desperdiciadas para su conversión y salvación.