martes, 2 de abril de 2019

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

¡Paz a tu corazón!

Hijo mío, la oración hecha con fe y confianza lo obtiene todo de mi Divino Corazón. Reza el Rosario de mi Santísima Madre y con él intercede por el bien de toda la humanidad y pon en mi Corazón todas las intenciones y necesidades urgentes, porque no puedo permanecer insensible a lo que me piden, por intercesión de mi Madre Inmaculada, la Reina del Cielo y de la Tierra. Muchos de vosotros no conocéis el poder del rezo del Rosario, porque no lo rezáis con el corazón, como mi Madre Celestial os ha pedido que hagáis. Un Rosario bien rezado hace que Dios baje su mirada misericordiosa hasta las miserias más profundas del alma, realizando el milagro de su amor divino, que vuelve a elevar el alma a un estado de perfección, de santidad y de gracia, inflamándola con el fuego de su Espíritu Santo.

Reza el Rosario, hijo mío, y con él pon al pie de mi Cruz a las personas y las situaciones difíciles por las que estés pasando, y Yo me ocuparé de todas estas cosas como si fueran mías y aniquilaré el poder del infierno y toda influencia maligna bajo mi escabel.

No temáis. Yo estoy con vosotros, y mi Madre Santísima y San José no os abandonan ni un solo instante, para conduciros a mí, a mi Corazón misericordioso. Ánimo, aunque muchos os persigan, os odien y no os amen, yo nunca dejaré de amaros, de bendeciros y de elevaros cada vez más alto, para hablar de mi amor y de la gloria de mi Reino.

Recordad: os he llamado y elegido, y ahora, os envío con la fuerza y la gracia de mi Espíritu a tocar los corazones endurecidos y cerrados, a denunciar el mal y el pecado, a proclamar mis Santas Palabras a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que deseen ser míos y pertenecer a la Gloria de mi Reino.

Sed fuertes y perseverad. Esta obra es mía y nada puede detenerla. Nadie puede resistirse al sonido de mi voz ni luchar contra el poder de mi aliento. ¡Os bendigo!

Antes de irse, Jesús, guardó silencio unos instantes y luego, con voz fuerte y majestuosa, dijo

Dios llama a su ejército santo para luchar contra Satanás y su reino de tinieblas. Luchad en la batalla del Señor. ¡Con el poder de mi Santo Nombre vencerás!