Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
miércoles, 1 de enero de 2020
Primer Mensaje del Año de María en Jacareí

Queridos hijos, hoy, día en que me contempláis como Madre de Dios, vengo de nuevo a deciros: ¡Soy la Madre de Dios! He sido elevada a la dignidad más alta después de la dignidad de ser Dios, que es ser la Madre del Dios verdadero.
Por eso he sido elevada a tal altura de santidad que nada es más grande que yo, excepto Dios, y todo está por debajo de mí.
Soy la verdadera Madre de Dios y el Verbo se ha encarnado verdaderamente en mí tomando de mí al ser humano, y por eso soy la verdadera Madre de Dios, ¡porque Jesús es Dios!
Soy la verdadera Madre de Dios y por eso hoy debes mirarme en el esplendor de mi Maternidad Divina y contemplar el misterio inefable del amor realizado en mí para la salvación de toda la humanidad.
Sí, el Señor Dios quiso asociarme a su obra de salvación e hizo de mí no sólo una mera ayudante, sino un elemento esencial en la obra de redención de la humanidad y sin mi «sí», sin mi cooperación y colaboración maternas la obra de redención, el plan de salvación no se habría realizado.
Por eso, hijos míos, os invito a mirarme hoy en la fiesta de mi gran amor, no sólo por el Señor, sino por todos vosotros. Sí, porque di mi «sí», mi consentimiento materno para convertirme en Madre de Dios, no sólo por amor al Señor, sino también por amor a todos vosotros, a quienes Jesús vino al mundo para redimir y salvar.
Así me convertí en verdadera Madre de Dios: también por amor a vosotros. Y porque Madre de Dios, Madre de toda la humanidad a la que mi hijo Jesús, verdadero Dios, vino a redimir y salvar.
Por eso, hoy, volved vuestros ojos hacia mí y llenad vuestros corazones de esperanza. Yo, la Madre de Dios, estoy en el cielo sentada a la derecha de mi Hijo Jesús y con él reino y gobierno todas las cosas que están bajo la autoridad de Dios.
Como Madre de Dios, también estoy por encima de toda la creación y todo lo que obedece a Dios también me obedece a mí, que soy su Madre.
Así pues, ¡no tengas miedo! La Madre celestial gobierna todo lo que existe, incluso los acontecimientos del mundo y no permitirá que el mal tenga la última palabra en vuestras vidas, en las vidas de mis verdaderos hijos que me aman y obedecen mis mensajes.
Sí, la Madre de Dios triunfará, la Theotokos triunfará en la vida de todos sus hijos. Así que tened confianza en mí, seguid rezando mi Rosario cada día, porque a través de él os salvaré a todos vosotros, salvaré a vuestras familias y salvaré a las naciones.
Sí, hijos míos, cuando rezáis el Rosario paralizáis a los demonios, destruís los planes de Satanás y atraéis sobre vosotros y sobre toda la tierra una lluvia de grandes gracias.
¡Oh, cuántos milagros y gracias no bajarían a la tierra si todos rezaran el Rosario! ¡Cómo mi llama de amor no realizaría grandes milagros si todos rezaran mi Rosario!
Por eso digo: Sostén mi Rosario, sujétalo firmemente entre tus manos, rézalo con el corazón y entonces, no sólo en este año que comienza para ti, sino a lo largo de toda tu vida realizaré grandes milagros.
Imitad a los Santos que más me amaron y que rezaban hasta 30 tercios al día. Rezad más, dedicaos más al rezo de mi Rosario y multiplicaré también mis gracias de amor en la vida de todos vosotros.
Rezad el Rosario de mis Lágrimas de Sangre, porque a través de él haré grandes obras de salvación, grandes gracias en vuestras vidas.
Seguid este año el camino de oración y santidad que os he mostrado en mis mensajes. Mis clases de salvación continuarán aquí, mis clases de santidad continuarán. Sed mis alumnos aplicados y entregados escuchando y practicando con amor todo lo que os enseño, todo lo que os digo para vuestro bien y preparaos, porque la Madre de Dios dará pasos decisivos para el gran Triunfo de su Corazón Inmaculado, preparando a toda la humanidad para el reinado definitivo de mi hijo Jesús.
Rezad, hijos míos, porque ahora el tiempo pasará aún más deprisa, para que toda la creación llegue a mi Triunfo y se libere finalmente de todo dominio del mal y de Satanás.
Rezad para ser perseverantes en la oración.
Reza para ser fiel a la oración.
Rezad para poner la oración en primer lugar, pues de la oración depende el crecimiento de mi llama de amor en vosotros y la victoria de Dios mismo en vuestra vida.
Ahora os bendigo a todos con amor, especialmente a ti, mi hijito Marcos.
Muchas gracias, hijo mío, por el nuevo Rosario de la Misericordia nº 111 que has hecho y gracias también, por el nuevo Rosario de mi Llama de Amor que has hecho, el nº 12.
Sí, has adquirido nuevos méritos con estos Rosarios que has hecho con tanto amor hacia mí trabajando durante tantas horas para grabarlos. Así que estos méritos te dan hoy nuevas gracias: Os daré 18 gracias nuevas por los méritos del Rosario de la Misericordia y os daré 25 gracias nuevas por los Rosarios de mi Llama de Amor. Y a tu padre, que es a quien más amas de todos y para quien me pides que bendiga y beneficie cada vez más, le daré 89.000 gracias nuevas por el nuevo Rosario de la Misericordia y 103.000 gracias nuevas por el Rosario de la Llama de Amor que has hecho. De este modo bendeciré y beneficiaré a quien más amas y también a mí.
También daré a tu padre 129.000 nuevas gracias por la Setena nº 2 que grabaste para mí hace muchos años para hacerme más conocido y amado.
Sí, ¿cuántas almas recibieron gracias por aquella Setena, cuántos planes de Satanás no derribé, especialmente en Brasil, y también cuántos castigos no quité a la humanidad?
Sí, 39 castigos iban a caer sobre varias naciones en aquel tiempo, pero la 2ª Setena que hiciste eliminó esos castigos y alcanzó la misericordia del Señor.
Por todo ello, hijo mío, tus méritos han conseguido nuevas gracias para ti, para tu padre y también para todos aquellos a quienes quieras compartir estas gracias a las que tienes derecho.
¡Así te bendigo y te recompenso, mi obedientísimo, fidelísimo y laborioso servidor! Y así muestro a toda la humanidad la grandeza de mi amor por todos los que me aman y me sirven.
Ve, mi siervo más obediente, mi abeja más laboriosa. Sigue haciendo por mí todos esos Rosarios meditados y Horas de Oración. Cuanto más trabajes por mí, mayor será tu mérito y mayores serán las gracias para tu padre, para ti y para todos aquellos por quienes quieras ofrecerlas.
Sí, así mi Corazón Inmaculado derramará por fin los torrentes de mi amor y de mi misericordia represados durante tanto tiempo sin que hubiera cómo derramarlos sobre la humanidad, porque no había nadie digno con méritos para recibir estas gracias.
¡Así mi Corazón abrirá amplias avenidas para triunfar finalmente sin la sombra de ningún rival que amenace mi victoria y mi Reino de Amor!
¡Ve, hijo mío! ¡Ve y continúa trabajando y mi Corazón cumplirá a través de sus grandes gracias de amor!
Difunde mis Mensajes de Amor, continúa con los Cenáculos, ayuda a los justos, ayuda a mi hogar aquí en Jacareí. ¡Sed mis fieles soldados!
Os bendigo a todos con amor: desde Fátima, Lourdes y Jacarí».
Santa María después de tocar los objetos santos:
«Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios estaré viva llevando conmigo las grandes gracias del Señor.
Gracias por venir y permanecer toda la noche conmigo en oración. Hemos salvado 188.522 almas.
Gracias, hijos míos, seguid rezando con el corazón.
Os bendigo a todos de nuevo para que seáis felices y hoy derramo sobre todos vosotros mi bendición especial y maternal que permanecerá con vosotros toda la vida hasta el Cielo.
Paz, permaneced en la paz del Señor».
Marcos: «Sí, lo haré.
Hasta pronto, mamá».
VÍDEO DE LA APARICIÓN: https://www.youtube.com/watch?v=LS_hW4CM-4U ESCENARIO COMPLETO: https://www.apparitionstv.com/apptv/video/1272
Orígenes:
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