Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

lunes, 26 de octubre de 2009

Lunes, 26 de octubre de 2009

 

Jesús dijo: “Mi gente, todas tus acciones tienen un efecto en los demás, ya sean buenas o malas, tal como la ola de agua que se extiende desde un barco. En el caso de las buenas acciones, ves el efecto de tus oraciones y esfuerzos de evangelización en la conversión del alma de alguien para que me siga. Haces buenas obras proporcionando comida o vivienda a los pobres para satisfacer sus necesidades. También pueden haber malas acciones como el aborto, la eutanasia o las guerras que resultan en la pérdida de vidas. Algunas organizaciones o países pueden imponer sus formas ateas a otros para quitarles el alma. Los hombres malvados pueden dictar órdenes que resulten en el robo de dinero a la gente. Otras personas malvadas pueden promover malas películas y pornografía en tiendas y revistas para adultos, causando pecado en otros. Tienes influencias malvadas de personas malas en todo tu mundo, por lo que necesitas rezarme a Mí y a Mis ángeles para que te ayuden a evitar el pecado y tratar de cambiar estas situaciones. Lo peor que podrías hacer es ignorar el pecado y el mal que está sucediendo porque permites que se propague y cause más daño a las almas. Es mejor trabajar para detener las influencias malvadas, incluso si exige tu tiempo y dinero. Veo todas las intenciones de cada una de tus acciones y tendrás que rendir cuentas de tus acciones en tu juicio ante Mí. Guarda tus intenciones y acciones para hacer solo el bien por amor a Mí. Recuerda que tus acciones tienen un efecto duradero en quienes te rodean, así que trabaja para dar un buen ejemplo en todo momento.”

Jesús dijo: “Mi gente, cuando fuiste bautizado con Mi agua purificadora, fuiste curado del pecado original y de todo pecado. Entonces la gracia entró en tu alma y recibiste el don de la fe que debes compartir con todos. Muchas personas buscan curaciones físicas, pero Mis curaciones espirituales del alma son aún más importantes. Una vez que tienes Mi gracia y me aceptas en tu corazón con plena fe y confianza, entonces estarás predispuesto a aceptar curaciones físicas. Es tu fe la que te curará. Cuando curo a alguien, curo a la persona entera, tanto el cuerpo como el alma. De la misma manera te curo también cuando recibes Mi Real Presencia en tu corazón y alma en la Sagrada Comunión. Da alabanza y gloria a Mí porque soy el gran Sanador, y uso muchos instrumentos para curar a las personas tanto en el cuerpo como en el alma.”

Origen: ➥ www.johnleary.com

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