sábado, 22 de octubre de 2005

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Hijitos, queridos y amados, Yo, vuestra Madre, vengo hoy con mi Corazón en llamas de amor para bendeciros y protegeros, colocándoos bajo mi manto.

Deseo conducirlos a mi Hijo Jesús. No os alejéis de mi mirada maternal por no orar y no escuchar mis súplicas. Deseo que vuestros corazones sean transformados por el amor de Dios, para que toda vuestra vida sea santificada.

Dios me ha enviado una vez más aquí en Amazonas, porque Él os ama profundamente. A través de mis apariciones el Señor está convirtiendo y transformando muchos corazones. Vosotros sois los que primero debéis vivir los mensajes que os doy aquí, y luego ser los que, llenos de la luz de Dios, los llevaréis a vuestros hermanos y hermanas.

No os alejéis del camino que os indico, sino sed siempre más fervientes en orar, ayunar y sacrificáos por la luz del mundo. ¡Brasil, Brasil! Cuánto dolor tengo por vosotros, y cuántas lágrimas derramaré, porque no me escuchasteis y continuasteis ofendiendo al Señor. Convertíos, porque el gran sufrimiento está a la puerta.

Invito a toda la humanidad a renunciar al pecado y a pedir perdón al Señor, mientras Él lo permita. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!