domingo, 23 de octubre de 2005

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz. Vengo del cielo para imploraros que abandonéis el camino del pecado y que volváis a Dios. Los hombres aún no escuchan mis súplicas y ofenden mucho al Señor.

Dios desea la apertura de sus corazones a su voz y a su gracia. Yo deseo, queridos hijos, ayudaros a comprender la llamada del Señor, mostrándoos el camino a seguir.

Rezad muchos rosarios. Intentad propagar en las familias, entre los jóvenes y en las iglesias su oración. Estáis en el mes del rosario. Enseñad a vuestros hermanos a rezar bien el rosario. El rosario es el arma que os invito a rezar, en esta batalla, contra el poder de las tinieblas. Dios quiere más oraciones y sacrificios de vosotros.

Formad grupos de oración, grupos de intercesión. Difundid mis llamados por todas partes, incluso a los lugares más distantes. Muchos de mis hijos necesitan esta gracia, de estos mensajes para convertirse. Actuad. Actuad. Actuad. Todavía hay tiempo para salvar muchas almas antes de que llegue el terrible castigo al mundo.

Un día los hombres querrán agua para beber, y no podrán saciar su sed. Dios os llama cada día, a volver a Él, pero a veces dudáis. Aumentad vuestra fe y creed. La fe es necesaria en la vida de un cristiano, así que sed hombres y mujeres de fe y oración.

Os amo y hoy intercedo ante el Señor por vosotros y vuestras familias. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora me enseñó una oración esta noche:

O Jesús, tened misericordia de todos nosotros pobres pecadores. Lávranos con vuestra preciosa sangre y convertíos.

Jesús, creo en ti. Jesús, confío en ti. Sálvanos, Señor. Salva al mundo entero y a la Iglesia. ¡Amén!